A TÍ

CAPITULO 1

¿Ya mencioné que odio los lunes?

Sarah

Un estridente sonido me atraviesa los oídos, la alarma. Como odio las alarmas. Me inundan las ganas de tomar el teléfono y lanzarlo por la ventana, pero se que si lo hago mamá no me compraría otro hasta la siguiente navidad y para eso falta mucho tiempo.

Las 6:40.
Siempre pongo una alarma veinte minutos antes de las 7. Por si acaso. Pero debería desactivarla, solo me roba minutos sagrados de sueño.
Estoy quedándome dormida cuando otro fuerte sonido me asalta los tímpanos, pero esta vez no es la alarma sino la puerta de la entrada siendo azotada.

Papá a llegado. Pronto comenzarán los gritos de mamá por toda la casa pero al cabo de un rato se acordarán de mi y se irán a discutir a su habitación, después papá se ira al cuarto de invitados que es donde duerme últimamente.
Creen que no me doy cuenta pero... vamos, toda la cuadra ya ha de estar enterada de la situación de mis padres por los gritos.

Me sorprendo a descubrir que hoy no a sido así. Tal vez mamá ya  se canso de gritar, o tal vez se haya ido de nuevo a casa de tia Amelie a dormir porque no soporta ver a papá llegar misteriosamente a las 7am con una vaga excusa como: "tenía mucho trabajo" o algo a así.

Aliviada de que no haya gritos esta mañana, vuelvo a cerrar los ojos para dormir aunque sea algunos minutos más pero para mi mala suerte la jodida alarme vuelve a sonar. Tomo mi teléfono para apagarla y me levanto para darme una ducha y comenzar mi rutina mañanera.

¿Ya mencioné que odio los lunes?