¿Quién te necesita? ¿Quién necesita respirar al final? Tu voz, aire jovial que he de aspirar, de devorar a grandes mordiscos con mis orejas, siempre bien alerta a tus sonrisas ¿Quién necesita sentir tus dedos entre los míos? ¿Quién necesita respirar? Tus ojos grandes como tu alma, como tu simpleza y tu felicidad quebrantadora que me quema, que me ama, que me engaña. Bruma, confusión instantánea en tu boca de diosa, de cortesana, de monja, de gitana ¿Quién necesita imaginarte suspirar mi nombre? Perdida en mi galantería tan fácil, tan pobre. Verás cuán frágil puede ser un hombre, ante tu indiferencia invernal ¿Qué importa? ¿Quién necesita respirar?