Es pertinente mencionar ante todo, que los personajes de este fic no me pertenecen, corresponden a la serie de Dreamworks y Netflix que seguro muchos ya hemos visto (creado por Noelle Stevenson). En vista que por nostalgia me vi maratónicamente las cinco temporadas en un fin de semana (no tengo vida social, lo sé), decidí escribir una breve historia, la cual espero les agrade y me lo hagan saber mediante un comentario, para animarme a escribir otra historia de esta bella parejita~
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Hey... Catra
– ¿Y bien? – me preguntó animada.
– Bien... ¿qué? – contesté fingiendo desinterés.
– ¿Qué te parece la habitación? – volvió a preguntarme mientras sostenía mi mano entusiasmada.
Esbocé un suspiro con resignación. – Es... – miré de un lado a otro; como todo en Luna Brillante, el dormitorio era amplio, con grandes ventanales, lleno de cojines coloridos y con una cama cubierta por un tul algo destellante. ¡Típico de las princesas! ¿En serio pueden dormir en habitaciones tan ostentosas como estas?. Giré mi rostro hacia Adora quien aún sostenía mi mano, esa tonta me estaba mirando con esos ojitos de entusiasmo. Siempre pone esos ojos cuando quiere tratar de animarme, sin pensarlo correspondí a su sonrisa. – Es... – dije algo titubeante y fingiendo una sonrisa– ¿...colorida?– ¡Bien hecho Catra! Pudiste haber pensado en otro adjetivo más convincente, ahora sonríe y trata de aparentar que todo está bien.
– ¿No te gusta verdad? – me dijo Adora ligeramente entristecida. – ...No tienes que guardártelo, ...se honesta conmigo. – Susurró mientras acercaba su rostro hacia el mío.
Nuestras frentes se chocaron, pude sentir como la punta de mi cola se estremecía un poco. ¿Cómo decirle que no estoy acostumbrada al ambiente principesco de este palacio? – No es que no me guste es solo que... – volví a esbozar un suspiro. – Es solo que... ¿no es demasiado? – le pregunté tratando de ser lo más honesta posible.
– ¿Demasiado? – me preguntó intrigada.
– Pues... estoy acostumbrada a algo más... simple – susurré.
Adora cerró los ojos y sonrió, se apartó de mi lado y caminó hacia la cama – No creo que podamos hacer nada con los ventanales... – dijo mientras miraba cada una de las cuatro paredes del dormitorio, seguido se acercó a la cama pensativa– ...pero, creo que podemos arreglar lo de aquí si quitamos esto... – enfatizó mientras tiraba de ese llamativo tul que cubría la cama – También podemos quitar esto... – dijo mientras tiraba cada uno de los cojines al suelo y sólo dejo un par de almohadas.
Me acerqué a ella, pues la cama se veía más sencilla de esa manera ¡Me gusta! – Pues si... – dije animada– se ve mejor así...
– Espera... – me interrumpió mientras se dirigía al armario para buscar algo. Mientras se entretenía en lo suyo, me tumbé en la cama que ahora sólo tenía los cobertores y un par de almohadas. Estaba cómoda ¿Hace cuánto que no me recostaba en una cama tan cómoda?. Tomé una de las almohadas y la abracé, froté mi rostro en la fría tela de la almohada, se sentía tan bien, estaba tan relajada, sin peso alguno por culpa de los absurdos rencores, cerré mis ojos un rato. No puedo creer que a pesar de todo lo que hice, esté aquí con Adora, solo las dos en ésta habitación teniendo una conversación tan trivial.
Sentí algo cálido sobre mi cabeza, mis ojos pesaban tanto que solo lo disfruté. Empecé a ronronear, es algo que no puedo controlar, solo me sale y ya, pero era señal de que todo estaba bien, porque sé que todo estará bien ahora junto a Adora.
Creo que me quedé dormida... Pero aún se siente bien. Al cabo de un rato, abrí mis ojos lentamente.
– Hey... Catra – Me susurró Adora.

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Hey... Catra
RomantikLa paz reina Etheria, pero aún hay cosas que a Catra le cuesta expresar, ¿será cuestión de darle tiempo? ¿será cuestión de que se acostumbre a su nuevo estilo de vida? Como sea... La minina debe aprender a convivir con las princesas de la Rebelión...