Festival Del Amor [Shikajin Oneshot]

🍃 Parte Única 🍃

Miró la hora una vez más, eran las 21:40, aún tenía tiempo para arreglarse, Shikadai pasaría por él a las 22:15, aunque él hubiera preferido que se encontraran en algún punto del carnaval, supuso quizá que quiso venir a recogerlo porque sería un fastidio para él buscarlo entre tanta gente.

—Inojin, cariño, ya nos vamos con tu papá ¿Estás seguro que no quieres venir con nosotros? Quizá este año te diviertas— Su madre había aparecido en la puerta de su cuarto. Esa mujer irradiaba felicidad y belleza, quizá por eso él era tan lindo.

El color de su vestimenta era violeta, en el brazo traía el símbolo del clan Yamanaka bordado en dorado, su cabello recogido en una coleta alta con anemones coronarias moradas decordando la base de esta realzaba su fino rostro.

—Estoy seguro, además no quiero ir con mis padres a un festival de parejas ya con dieciséis años. Estaré allí viendo como se mezclan saliva—Habló con tranquilidad sentándose en la silla de su escritorio.
No le había contado a su madre que iría con el Nara, quizá porque no lo vio importante.

—Inojin—Le llamó la atención frunciendo el ceño, aunque casi enseguida lo suavizó, acercándose hasta su retoño para depositar un beso casto en su frente —No te desanimes, ya encontrarás a una chica que te haga feliz—Dedicó una cálida sonrisa para después retirarse.

—Sí... Chica—Susurró soltando un suspiro para después dejar caer su cabeza contra la superficie del escritorio. Si tan solo le gustara una chica.

—Adiós Inojin, quizá no lleguemos con tu madre esta noche porque iremos a—No pudo seguir hablando puesto que Ino le tapó la boca con la mano.

—Eso no se dice, Cariño—Susurró entre dientes con algo de enojo—Ya nos vamos, no hagas destrozos y trata de hacer algo más que dibujar. Oxigenate, cielito—Se llevó a Sai de la muñeca.

—Genial, hasta mis padres salen a follar—Susurró levantándose para después ir al armario, sacando su yukata negra. Supuso que lo acenturia gracias a la palidez de su piel.

Posó está en la cama y con lentitud se despojó de toda su ropa menos de la interior. ¿Sería buena idea ir con Shikadai? Quizá lo quería para invitar a otra chica que tenía alguna amiga y él se quedaría con la amiga.

No, eso no es propio de él.

Se colocó la ropa, anudando el cinturón blanco, era verano y hacía calor así que agradecía que fuera delgada la tela.

Se acercó al espejo y miró su rostro, quizá sería bueno algún cambio, tal vez si se soltaba el cabello se vería bien.
Que estúpido arreglarse para tu mejor amigo, pero era inevitable para él.

Deseaba que Shikadai lo viera con otros ojos, pero sabía que eso era imposible.

Quitó la liga dejando caer su cabello, tomó un cepillo y comenzó a peinar este con delicadeza. No le agradaba como le quedaba suelto, sin embargo tampoco quería que esté estuviera tomado igual que siempre.

Suspiró y caminó hasta su móvil, buscando peinados. Nada le convencía hasta que vio una simple coleta suelta a un lado del hombro, no era nada increíble, pero le agradaba.

Volvió frente el espejo y tomó su cabello lo suficientemente suelto para que no pareciera una coleta forzada y demasiado arreglada, pero que si se viera linda.

—Espero que le guste—Murmuró inspeccionando el reflejo en busca de algún error, pero nada. Por no menos no había nada que se pudiera arreglar.

Bajó a la primera planta, mirando por última vez el reloj, 20:24. Sabía que exactamente en seis minutos Shikadai ya estaría en su puerta, era puntual, quizá demasiado.