Amor Vampírico (Moonlight lovers)

I (Narra en segunda persona)

Érase una vez, una joven chica.

Esa chica, eres tú.

Eras estudiante de secundaria, es decir, eras una joven adolescente en su mejor época.

Los estudios iban muy bien, hasta que empezaste a empeorar.

Estabas en el coche, yendo de vuelta a casa de la recogida de las notas en el colegio.

-¿Te puedes creer la bajada de notas que has tenido?-Te dijo tu madre

-Mamá...  no ha sido a propósito... simplemente... -Intentaste justificar.

-¡ESTOY CANSADA DE TUS TONTERÍAS! ¡SIEMPRE NOS VIENES CON LAS MISMAS!-Dijo tu padre.

-¡PAPÁ! ¡MAMÁ! ¡NO ME ESCUCHÁIS! ¡OS ESTOY INTENTANDO EXPLICAR LO SUCEDIDO!

-¡¡¡¡ESTAMOS HARTOS!!!! 

-¡¡¡¡¡CUIDADO!!!!! ¡¡¡¡UN COCHE SE ABALANZA EN CONTRA DIRECCIÓN!!!!-

Muy tarde.

El coche, impactó de frente llevándose por delante la parte frontal del vehículo.

Por suerte, tú, solo tuviste unos golpes al ir en la zona trasera.

Pero tus padres... fallecieron en el acto.

-¡¡¡PAPÁ!!! ¡¡¡MAMÁ!!! ¡¡¡AYUDA, POR FAVOR!!!-

Las lágrimas brotaban sin cesar por tus ojos...

Estaban muertos... no había vuelta atrás.

Con los ojos enrojecidos, pensaste que lo mejor sería ir a buscar ayuda.

Te encontrabas en un frondoso bosque, en el cuál, sería difícil llegar a tu ciudad.

Andaste mucho... hasta tal punto que estabas muy cansada...

Tus piernas temblaban de tal esfuerzo que hiciste.

-Bueno... creo que del disgusto y cansancio, debería descansar.-

Te tumbaste en el suelo e intentaste encogerte a causa del frío nocturno.

Cerraste los ojos... en cuanto... escuchaste algo en arbusto que tenías detrás de ti...

-¿Hola? ¿Hay alguien ahí? Bueno... lo que es una pregunta un poco estúpida por mi parte... ya que estoy segura que hay alguien...-Dijiste

-No te equivocas, jovencita...-Dijo una voz masculina.

Perpleja, notaste como tus ojos se ponían como platos.

-¿Qui... quién es usted?-

Se escuchó una risa maliciosa.

De la penumbra, salió a la luz un hombre vestido de prendas blancas, pelo liláceo y ojos verdes.

-Beliath... ese es mi nombre... ¿Cómo te llamas tú, princesa?

-¿Emm... em... que quiere de mi?-

Sonrió burlonamente.

Te cogió por las caderas, cosa que te incomodó un poco.

-Dime tu nombre...

-Mi... mi... nombre... es...-

Todo se tornó negro a la vez que se escuchó un fuerte golpe.