Amor Vampírico (Moonlight lovers)

III (Narra en segunda persona)

Negro... así lo veías todo...

Notaste que algo cálido se posó sobre tu mejilla.

Era muy suave... dulce... agradable...

Hiciste un ruido de queja.

-Mmmfff....-

Abriste los ojos.

Estabas tendida sobre un rojo y antiguo sofá.

Era muy cómodo.

Te incorporaste para ver mejor la estancia.

Viste una cálida y reconfortante chimenea, un tocadiscos... de los primeros que existieron.

Una pequeña mesita...

Llegaste a la conclusión de que el decorado era muy antiguo.

Después de observar la decoración, te percataste de que sentado a tu lado, estaba un hombre cuyo aspecto no habías visto nunca.

-¡¡¡¡¡AHHHH!!!!! AYUDA POR...

-TTTSSSS....-

Te puso el dedo sobre tu labio inferior...

Era un hombre peliazul, recogido... ropas victorianas... ojos vendados... y con una larga y fina espada que te asustó.

-¿Quién es usted? Y... ¿Este lugar?

-No se preocupe, ahora se lo explicaré todo. Dígame...  ¿Cómo se llama?

-Emm... no lo recuerdo...-

El hombre se quedó perplejo.

-¿No lo recuerda?-Te preguntó

-No...

-¿Ni recuerda a un hombre de pelo morado, ojos verdes y prendas blancas?

-Tampoco...-

Tenía cara de preocupación.

Le pusiste la mano sobre la pierna.

Atónito y sonrojado, te miró

-Me ha preguntado muchas cosas y sin embargo yo no sé nada de usted.-Dijiste

-Tiene razón... Me llamo Rafael.

-¡Encantada! Oiga... ¿Tiene algún tipo de interés por la época Victoriana?-

Te sonrió.

-Es mi época favorita... ¿Por qué lo pregunta?

-¡Tenía curiosidad!-

Estuvisteis hablando un buen rato.

Rafael y tu os llevasteis bien.

-Y... usted debe de tener familia... ¿No?-Te preguntó

-¿Familia? ¿Eso qué es?

-¿Me lo está diciendo en serio?

-De verdad... no recuerdo a nada ni nadie... no sé ni quién soy yo...-

De repente entró un hombre de pelo morado a la estancia.

-¡Rafael! ¡¿Quién te crees que eres?! ¡Te dije que me avisaras si despertaba!

-¡Eh! ¡No le trate así!-Dijiste

Rafael te sonrió algo irritado por el comportamiento de aquel hombre... un hombre cuyo aspecto te resultaba familiar.

-Beliath, ha sido repentino, no he tenido la oportunidad de comunicártelo...-Dijo Rafael

-¡¿Y te crees que me voy a tragar esa excusa?!-

Escuchabas varios argumentos los cuales eran como un partido de tenis...

La pelota se pasaba del uno al otro...

No soportabas estar en medio de esa situación, así que sacaste toda tu ira para terminar con ello lo más rápido posible.

-¡YA BASTA!-

Ambos te miraron perplejos.

-La princesa tiene su mal genio... me gusta...-Dijo Beliath

-¡No me llame así! ¡Es muy descortés por su parte!

-Mira, un Vladimir 2.0... ya has encontrado a una buena compañía, Rafa.-

Te sonrojaste y Rafael suspiró.

Y ambos os mirasteis... extrañados.

-Bueno... ¡Voy a ir a avisar a los demás!-Intervino Beliath

-¿Demás? ¿Me está diciendo que hay más gente que habita aquí?-Preguntaste

-Sip y... Rafael, pon al día a esta princesa...

-¡¡¡¡¡GGGRRRGGG!!!!!-Gruñiste

El casanova se fue de vuestra vista.

Os quedasteis a solas Rafael y tú... con un silencio incómodo.

-Bu... bu... bueno... em...  ¿Quiénes son esos demás?-Preguntaste algo incómoda

-Ah.. si... No se preocupe que no son tan detestables como Beliath.-

Esbozaste una sonrisa.

Rafael también hizo lo mismo.

En el fondo, Rafael te cayó bien, era una buena persona.

Entró Beliath con un montón de hombres.

Un hombre de pelo rubio, largo y recogido con una cola baja, ropas victorianas y ojos negros como el carbón, otro con ropas contemporáneas y albino, otro muy moreno de piel y pelirrojo y por último, un chico de casi la misma edad que tú, dirías que tenía unos 18 años, con una capa... y a diferencia del resto, él tiritaba.

-Camaradas, os presento a esta mujer cuyo nombre no sabe nadie.-Dijo Beliath

-Tienes buen gusto...-Dijo el albino

-¡Ethan!-Dijo el victoriano rubio

-¡Vlad! ¿No ves que tiene una sangre apetecible?-

Te asustaste... ¿Tu sangre?

De repente, el chico de la capa tiritaba más aún.

Tenías mucho miedo interno... ¿Hablaban de tu sangre? Te quedaste muy cortada...

-Ethan... Creo que nadie aún le había dicho nada...-Dijo el pelirrojo

-Mierda... la he cagado... ¿Verdad Aaron?

El chico de la capa temblaba como un flan...

Se hicieron murmullos.

-¡EXIJO UNA EXPLICACIÓN!-Dijiste levantándote de tu asiento

Se hizo un silencio... Rafael, te miró.

-Rafael... ¿Qué sucede?-Dijiste

-Lo siento por no habértelo explicado antes... yo...

-Por favor... ¿Qué sucede? Tengo mucho miedo...

-Lo sé... relájese... Siéntese y lo...

-¡NO! ¡NO SÉ NI QUIÉN SOIS NI QUIÉN SOY YO!, ¿SE LO PUEDE CREER?

-Se que...

-¡HABLAD CLARO DE UNA VEZ, POR DIOS!

Rafael suspiró.

-Somos vampiros...-Dijo

Se te heló la sangre...

Tenías que salir de ahí fuera como fuera...

Corriste.

-¡¡¡¡SEÑORITA!!!-Escuchaste a Rafael gritar.

Todos esos hombres, eran muy extraños para ti... ninguno de ellos te daba buena espina...

No querías permanecer más tiempo con ellos... así que saliste corriendo hacia la ventana del pasillo.