Entrar a la preparatoria es complicado, muchos tienen complicaciones para las clases o para conseguir amigos. No me considero una persona que no es capaz de adaptarse a los cambios, pero en este momento no se si podre, ya que no solo cambiare de grado si no también de ciudad y de país. ¿No es un sueño? Dejar a tu familia y amigos de toda la vida en otro país.
Casi puedo escuchar la voz de mi madre en mi cabeza repitiéndome "vamos ________, eres una niña inteligente y linda, te adaptaras bien", mire por la ventana de mi nueva habitación. Llegamos hace dos días y al parecer el segundo camión de mudanzas se retrasó. ¿A que no adivinan que traía ese camión? Claro, los muebles de mi cuarto. Respire profundo y observe mi nuevo uniforme, era una falda de color negro y una blusa de botones manga larga de un color blanco intenso, ya me vi manchándola y la regañada que mi madre me dará.
-¿Estas nerviosa? – estaba recargado en el marco de la puerta.
-¿Tu no? – quite el uniforme de encima del colchón un segundo antes de que se dejara caer en el.
-¿Por la escuela? - abrí la ventana.
- Y por las grabaciones – negó un par de veces con la cabeza.
- Saldré por unos segundos – asentí y mientras me quitaba las calcetas.
Me recosté a su lado, mientras el miraba su teléfono yo me dediqué a mirar el techo. En toda la habitación solo se escuchaba el sonido que producía el teléfono.
-¿Y si no puedo adaptarme? – dejo el teléfono de lado, se sentó y me jalo de las muñecas para sentarme.
- ¿Qué dices? –la mire- Claro que lo aras, mira yo a tu edad no hacia lo que haces, tienes 16 y eres muy inteligente, eres linda y radias alegría.
-Tienes razón, tienes razón – me repetí un par de veces que los cambios a veces eran buenos.
-Me voy a quedar aquí hoy, ¿Sí? – asentí y se acomodó para dormir.
El resto de la noche dormí a medias, me levante varias veces en el transcurso de la noche supongo que por los mismos nervios.
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Chica nueva - Jack Dylan Grazer y Tu.
RomancePodrían decir que los cambios no son buenos pero este me trago cosas que realmente me alegran, quizá tuve suerte de encontrarme a alguien como el.