El cielo estaba oscuro ese día, parecía que no quería salir, pero él cree que los mejores paisajes para sus fotos vienen en un día nublado, con lluvia. No entiende por qué. A la mayoría de las personas les parece triste, donde el ánimo baja notoriamente, pero era lo contario para él, le daba tranquilidad, lo inspiraba, reflejaba... paz.
Ese día quería salir a tomar unas fotos, extrañamente el cielo tenia mezclas raras de color que lo hacían ver mágico. Tomo su cámara y su abrigo, el clima con esos días eran fríos. Fue al parque cerca de su casa, los arboles contrastaban, el verde yendo al amarillo y el cielo con gris, azul oscuro. Comenzó a sacar fotos a donde veía, la pequeña ardilla en el césped, el ave en su nido, el mismo cielo. El parque estaba vacío excepto por unos chicos jugando, una ancianita sentada en un banco y un chico de cabello rizos, marrón por los mechones que se escapaban de su gorro; estaba sentado debajo de un árbol, escribía en un cuaderno de cuero desgastado.
Le llamo mucho la atención, pensaría que debía estar jugando con la pelota. Enfoco al chico con la cámara y tomo la foto, cuando volvió a mirar el chico lo estaba mirando y dejo ver una pequeña sonrisa con hoyuelos, los ojos de un color esmeralda. Se acercó tímidamente al chico; si le había tomado una foto por lo menos tenía que hablarle.
-Hola, lamento haberte tomado esa foto – dijo, pero algo le decía que realmente no le importaba
-No me importa. ¿Te gusta mucho sacar fotos? – apunta con su lápiz a la cámara, el solo asiente – no creo que sea la mejor vista para fotos
-Soy alguien con visión distinta, prefiero esto que un día soleado. ¿Te gusta mucho escribir? – él mira su cuaderno y acaricia el cuero desgastado
-Me ayuda a pensar, pone mis pensamientos en orden – sonríe levemente
-Mis fotos reflejan a veces como me siento, la mayoría son de días como estos – ríe apenas
-Hablando de fotos, ¿puedo verla? – asiente y busca la foto para mostrarle – tienes talento, me gustaría algún día ver más fotos
-Diría los mismo de tu escritura, pero siento que es demasiado personal para mostrárselo a alguien que no conoces
-A veces, tengo algunos poemas que pensaba mostrar algún día, pero no creo que eso ocurra
-Que tal si te invito algo y ves las fotos que querías – sale de la boca del chico de la nada y el ojiverde lo mira pensando
-¿Cómo sé que no vas a hacerme nada? – le pregunta abrazando sus cosas, pero lo mira divertido
-No lo sé, creo que tendrás que dar un salto de fe –lo mira dos segundos y luego se levanta del césped, vestía un pantalón holgado, una remera verde y una campera arriba. Realmente se veía tierno
-Vamos – sonríe y lo sigueEl café más cercano estaba abierto en domingo, él le contaba cosas sobre su escritura, quería saber sobre las fotos. Notas a primera vista que le importa escuchar a las personas, le gusta que se sientan escuchadas, aunque no le interese. Sonreía constantemente, y tenía una muy bonita sonrisa, los hoyuelos se marcaban notoriamente. Realmente es bonito
-¿Qué edad tienes? – le pregunta al rizado
-16 – abre los ojos sorprendido – que sucede?
-Pensé que eras mayor, como mi edad
-¿Cuantos tienes? – le pregunta el ojiverde
-18 – él otro se queda pensando – que?
-Pensé que eras menor, como 16
-Presiento que es por la altura – baja la cabeza y asiente levemente – me pasa seguido, pero, tú también eres alto, además, te notas maduro
-Gracias, siento lo de la altura – ríe un poco y el rizado solo lo miraba
-Creo que ahora estamos a mano – asiente
-Me gustan tus ojos, son como un azul raro – el ojiverde levanta su mano y con temor se acerca al rostro del ojiazul y acaricia donde se forman unas pequeñas arrugas cuando sonríe – no había visto ese azul antes – se queda mirando y analizando su rostro – pero tus pestañas me gustas más, tu cabello – pasa su mano cada vez que mencionaba algo – también es lindo, como para acariciar – él corre su mano y las cruza en su pecho
-A mí me gustan tus hoyuelos cuando sonríes, te hacen ver más lindo – se sonroja levemente – tus ojos, son un esmeralda brillante y tu cabello con rulos, se ve suave – tocó levemente sus mejillas donde están los hoyuelos marcados y luego el mechón que sale de su gorro de lana
-Gracias – él ojiazul corre su mano – bien, ¿me mostraras las fotos?
-Hay que ir a mi casa, ¿quieres ir igual? – mira su reloj en la muñeca
-Sí, quiero – asintió él ojiazul y dejo el dinero en la mesa para tomar la mano del rizado y sacarlo del café, el reía. Tiene muy linda risa
ESTÁS LEYENDO
i'll make this feel like home
KurzgeschichtenCreo que es mejor entrar sin saber Espero que les guste 💙 Pero si les gusta lo soft, es tu historia