Hoy he decidido olvidarte,
he decidido darme una oportunidad,
quiero ser feliz amor,
quiero ser feliz sin ti.
Debo decirte que gracias a ti
aprendí a vivir, a morir y a renacer,
llegaste una tarde de otoño,
las hojas de los árboles caían al suelo,
el viento arrasaba
con todo lo que topaba a su paso.
Yo me estremecía
y mis mejillas se sonrojaban por el frió,
tú me tomaste entre tus brazos
y de pronto,
convertiste todo mi frió en calor,
en amor.
Llego el invierno
y pude ver como te alejabas,
mi casa aún cubierta por tu calor
lo sentía,
pero...
no lo quería aceptar.
Mi casa cerro
todas sus puertas y ventanas,
Pero ya era demasiado tarde,
ya te habías marchado.
Hoy es primavera amor,
y estoy hecha
un témpano de hielo,
desde tu partida,
yo siempre pensé que con amarte
sería suficiente
para conservarte a mi lado.
Ahora se que tenías razón
aquella tarde
cuando dijiste que yo era solo una niña,
llena de berrinches y caprichos
también se que esta niña,
te amó,
pues mas que su casa,
te dio su esencia,
su ser,
tú la habitaste y te marchaste,
pues ya tenias casa,
siempre la has tenido.
Hoy he decidido olvidarte,
hoy abriré mis puertas y ventanas,
dejaré que entre la luz
y la magia de la primavera,
hoy deseo ser feliz
sin esperar que tú me habites.
Déjame decirte
que la niña se ha marchado
ha venido un pillo a destrozarle el corazón
a dejar su casa hecha cenizas.
Hoy es primavera...
a despertado una mujer,
limpio su casa,
abrió sus puertas y ventanas,
pues...
hoy le da la bienvenida a la primavera.
Hoy he decidido olvidarte amor,
hoy te he dicho
-adiós.
-Anaiz Hernández
