Capítulo 4
Les han dado el alta a todos ahora mismo estamos en el que fue nuestra casa, chamuscada, mi madre hace rato que estaba llorando, mi padre la consolaba, y yo seguía aquí acurrucada con Marcos porque no quiero salir del coche y enfrentarme a todo.
<<Levanta y vayamos allí a demostrar que somos fuertes, no tienes por qué temerle a esto, todo se va a solucionar, al fin y al cabo, tu sigues siendo esa chica, la de la profecía y si todo sale según lo planeado no nos va a pasar nada, así que vámonos e intentemos de buscar una solución a todo este caos.>>
Tras esa charla de mi querida loba, me dispongo a salir del coche junto a Marcos, le cojo la mano y caminamos hasta allí.
-Ven, cariño, que esto se arregla fácil- dice mi tía, yo arrugo el ceño con confusión y desconfianza, aun no puedo creer que tenga tanta positividad guardada.
Me coge de la mano y se planta justo en la puerta de la casa.
-Recita estas palabras conmigo- dice- a latere Domus mea rursus esse album et nigrum per sphaeram agunt reponitur, ut det illis quae perierat.
Que significa: "que mi casa de ladrillos vuelva a ser y que lo negro por un aura blanca sea sustituido, dando paso a lo que fue perdido".
Repetimos eso sin cesar, con una mano al cielo y con la otra entrelazada a la de mi tía, con los ojos cerrados. Voy abriendo los ojos cuando mi tía me tira un poco de la mano y puedo ver como todo vuelve a la normalidad sin problemas, nunca creí tener nada especial, simplemente era una loba más, y ahora resulta que soy una bruja, que pertenezco a una profecía, que mi mate es el beta de la manada enemistada con la mía y que a todo esto, esta aún sin resolver, Oh si se me olvidaba que mi tía menciono algo de lo del Alfa Real, es decir un plus a todo el estrés al que estoy sometida.
Cuando la casa esta como antes ella me mira orgullosa y me abraza.
-Ahora si estas listas para tu entrenamiento, y tú también- dice señalándonos, Marcos asiente con una gran sonrisa, de seguro porque tampoco se cree lo que acaba de ver. Mis padres y mi primo se me acercan y me abrazan, mi madre me susurra al oído << siempre supe que serias especial>>.
Entramos a la casa y la revisamos por dentro, dándonos cuenta que todo sigue igual que antes, aun no puedo creer que yo haya formado parte de esto.
- Hay que hablar con la luna de tu manada- dice mi tía, señalando a Marcos.
-Claro, hablare con ella y con al alfa, pero va a tener que ser después de la coronación que será en unas dos semanas, porque ahora mismo ellos no nos pueden ayudar, al no tener ningún cargo real. - explica él
- Tengo una duda- digo- ¿Seguiré yendo a la escuela?
-No vas a ir por lo menos por un mes, te tenemos que entrenar y eso no te va ser fácil te va a costar tiempo superar las pruebas, y no voy a ser más blanda contigo por que seas de mi sangre, al contrario, te voy a preparar para todo para que no te pase nada.
No perdimos el tiempo desde ese mismo instante empezamos.
DOS SEMANAS MAS TARDE
Hoy es el día de la coronación de el Alfa y presentara a su luna frente a la manada, y como yo soy la mate del beta debo estar presente, llevo un vestido blanco, que parece de diosa, es degradado al final y pasa a un azul claro, los zapatos son unos blancos con tacón, llevo el pelo recogido en una coleta alta y los labios en un poco de rosa, para que no llamen la atención de todos, hoy es el día de mi amiga y del Alfa y ellos son los que más radiantes van a ir.
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Mi Mate
WerewolfSara, una chica que no tiene nada de especial entre los de su especie, pero que para los humanos es algo imposible de encajar, una mujer lobo. Aunque sin transformación. Para su mala suerte. Marcos, beta de la manada vecina, a punto de transformarse...