Mis 16 razones (SasuNaru)

Tres: Por Ser Envidioso

Ya había hablado antes de Sasuke Uchiha. Ese chico de mi clase que parece ser perfección en persona. No porque me guste. No me gusta, para nada. Es solo que es perfecto. Es inteligente, es guapo, tiene confianza, tiene amigos, tiene dinero, tiene familia, tiene amor, algo que ya he buscado desde hace tanto tiempo.

Soy un envidioso, lo envidio mucho. Me gustaría tener su vida. Y aunque intentara mejorar para ser como el, me gana en muchas cosas.

Es imposible no pensar el, y no en mi. Hace tiempo, Jiraya me había dicho que me concentrará en lo que yo tenia y no en lo que no. Ahora al decir verdad, no tengo nada. Si me voy de este mundo, no se perdería nada, de hecho, nadie lo notaría, es más, soy tan nadie que ni siquiera su vida sería mejor, sería igual, nada cambiaría.

Envidio a Sasuke, mucho. Siempre le están diciendo "que sería sin ti" o en San Valentín siempre recibiendo cartas y regalos. Yo no me acuerdo de la última vez que me regalaron algo. Alguien que no sea Jiraya. Debería dejar de pensar en el.

Sasuke siempre se sienta enfrente de mi y un banco a la derecha, no se si me explico, lo veo en diagonal.

Solo míralo, su perfil es el más hermoso que he visto en la vida. Su piel combina tanto con su cabello y su cabello combina con sus hermosos ojos obscuros... me gustaría ser guapo como el.

Viéndolo, se voltea en mi dirección. Mis ojos azules conectan con los ónix suyos y el corazón se me para. Que pena. Yo rápidamente bajo la vista pero siento que todavía me mira. De seguro piensa "porque me esta viendo este inservible" o algo así.

Me duele considerar que la gente piensa tan mal de mi y saber que el piensa así de mi me duele aun más, no se porque. Quiero llorar pero no puedo llorar, no como la gente me ve: el chico más feliz y gracioso del grupo de segundo semestre; Uzumaki Naruto.

Me levanto y pido ir al baño, normal y disimuladamente.

Le pongo seguro a la puerta principal de los baños y aprovecho porque está puerta es normal que se ponga seguro sola y lo puedo usar como excusa.

Me miro al espejo y veo a un envidioso que le gustaría ser como otra persona pero no hace nada para serlo. Con la misma navaja presionó en mi muñeca izquierda...

Por envidioso.