Soltó un pequeño suspiro mientras miraba por la ventana que daba al patio. Sus manos se entretenían con la cuchara de madera, agitando los trozos de cebolla que salteaba en la sartén; aquel día le tocaba a él cocinar y no es que fuera su mayor habilidad ni su hobby. Si fuera por él ya habría pedido algo para que lo trajeran, pero no. Debía cocinar por cierta persona amante de la simetría y proclamado como su padre que le recordaba lo importante que era hacerse su propia comida y lo saludable que era, más que pedir a domicilio; y había que ser sinceros si dejaba que el otro que convivía con él cocinara podían morirse de intoxicación. Así que no quedaba de otra que cocinar aunque fuera lo más sencillo del mundo.
Miró la cebolla algo más dorada y añadió entonces los pimientos y los trozos de beicon que anteriormente tenía preparado en un plato aparte. Había visto aquella extraña receta por "youtube" y esperaba recrearla a la perfección a pesar de que había omitido un par de ingredientes porque a él no le gustaban. Tenía esperanzas de que saliera igual de delicioso.
Estaba tan centrado en lo que hacía que no se había percatado de como alguien se acercaba a él por la espalda y rodeaba su cintura con ambos brazos. Pegó un pequeño brinco y por inercia lo golpeó con el cucharón de madera con una puntería bestial sobre su frente, ganándose un quejido por parte del desconocido. Una carcajada salió de sus labios y entonces se inclinó de puntillas al contrario, dejando un pequeño beso donde había golpeado anteriormente; le había dejado una pequeña marca rojiza que le duraría unas cuantas horas.
Le retiró la máscara de búho que portaba y se quedó mirando los ojos dorados del contrario esbozando una pequeña sonrisa, estaba fascinado por los ojos de su pareja, por como estos le miraban, lo que le decían si bien entre ellos las palabras sobraban. Fargan lo miraba con todo el amor del mundo, con todo lo que sentía... Con lo enamorado que estaba del más bajo, amante de llevar ese casco de Stormtrooper y que ahora a solas y en casa no portaba, dejando ver la marca azul de su mejilla, las pequeñas cicatrices ocasionadas en aventuras pasadas y esos maravillosos ojos marrones. Si Fargan tuviera que describirle al resto el rostro de su pareja, simplemente diría que era maravilloso, una obra de los mismos dioses, un ser de luz que te cegaba con su belleza, una escultura humana... Efectivamente, todos lo tacharían de cursi y de estúpido enamorado pero qué se le podía hacer si el chico búho babeaba por el mejor policía de Karmaland.Fargan rodeó la cintura de su pareja, dejando que este volviera a centrarse en la labor de cocinar. Menos mal que lo tenía a él o haría meses que ambos habrían muerto de hambre o de intoxicación. Apoyó la barbilla sobre su hombro, centrando entonces la mirada en lo que el pequeño cocinaba. Sus manos habían pasado a dejar cortas caricias por su vientre, moviéndose ligeramente al compás de una canción que solamente tarareaba en su cabeza. Alexby soltó una pequeña risa, siguiendo los movimientos de su pareja a pesar de no tener ni idea de lo que pasaba por su alocada cabeza; tampoco hacía mucha falta puesto que lo seguiría incluso al fin del mundo. Para el más bajo, Fargan lo era todo, alguien en quien confiar ciegamente incluso si lo llevaba a una muerte segura. A quién engañaba, si él también amaba esa clase de locuras y de hacer el "loco" por ahí pero era más divertido fingir algunas veces ser el más adulto de ambos, simplemente para ver a su búho hacer pequeños pucheros hasta que oyera un "está bien" de su parte.
Poco faltó para que el de la máscara empezara a repartir pequeños besos sobre sus hombros, subiendo estos por su cuello hasta alcanzar su mejilla, disfrutando de ver como este seguía riendo por las cosquillas que sus labios ocasionaban contra su piel. Tan dulce y adorable a sus ojos. El chico era su perdición, hiciera lo que hiciera. Tontamente sus manos empezaron a juguetear con el borde de su camiseta hasta introducirse debajo de esta, toqueteando su abdomen con la yema de sus dedos. No iba con segundas intenciones, simplemente tenía esa necesidad de tocarlo, de sentir el calor de su piel bajo sus dedos y Alex no lo iba apartar. Siguieron unos minutos más así, entre risas, besos y pequeños bailecitos que el mayor le obligaba hacer (y que él no se negaba en lo absoluto). No necesitaban nada más para que ambos se perdieran en su burbuja de cursilería. No necesitaban nada más que solo ellos dos... Alex apagó finalmente el fuego y se giró, rodeando entonces el cuello del más alto. Se inclinó de nuevo de puntillas y dejó un casto y dulce beso sobre sus belfos, esbozando la mayor de las sonrisas. Las palabras nuevamente volvían a faltar entre ellos. Con pequeños gestos y miradas se decían todo lo que sentían.Tal vez cocinar no fuera la la perdición de Alex ni fuera la habilidad de Fargan pero ambos tenían algo claro y es que con la compañía del otro la cocina ya no era un lugar tan aburrido ni pesado.
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Dᴇ ᴛᴏᴅᴏ ᴜɴ ᴘᴏᴄᴏ - 𝐎𝐧𝐞𝐬𝐡𝐨𝐭𝐬
FanfictionPequeñas historietas que se me van ocurriendo. Ships que les tengo ganas o simplemente temáticas clichés que se me antojan escribir. DE TODO UN POCO. 🌸 ━━━━━━━━━━━━━━ 🌸 Principalmente todo se basará en el mundo de Karmaland/skins de minecraft. ⤿...