El despertador suena. No recuerdo haber puesto ninguna alarma, y más después de la fiesta que me pegué ayer. Me retiro el antifaz y me estiro antes de mirar el desagradable ruido que estaba emitiendo mi móvil.
Llamada entrante * Aa Papi*
Bostezo antes de descolgar la llamada pensando qué sería tan importante como para que me despierte de mi bonito sueño a las 7 de la mañana.
- Buenos días- escucho desde la otra línea
- Lo serán para ti, qué horas son estas- digo indignada- espero que sea importante
- Prepárate las maletas que en una hora te recoge Martí
- ¿Para ir a...? - no he planeado ningún viaje
- Te vienes al cuartel una temporada- dice seco no dando a lugar a que pueda discutirle su decisión
- Que hablas papá, ¿Te está dando mucho el sol o qué? – este señor piensa que tengo 3 años
- Samantha estoy harto de que me lleguen multas de todas las infracciones que cometes, el dinero con el que vives y despilfarras no cae de los árboles- justo después de eso suelta un suspiro y antes de colgar dice- nos vemos en unas horas, buen viaje
Escucho como cuelga sin dejar que diga nada más, me paso las manos por los ojos intentando asimilar lo que estaba diciendo, cómo me iba a ir una temporada con él. ¿Qué es una temporada? Dos semanas, un mes o 5.
Mi padre trabaja en el Ejército de Tierra de Zaragoza, desde que tenía 18 años. Poco a poco ha ido escalando puestos y ahora es teniente coronel después de estar tantos años luchando para llegar a conseguir el puesto que en un momento fue de su padre.
Salgo de la cama y me dirijo al baño para darme una ducha relajante e intentar que se me pase el dolor de cabeza que tengo después de la resaca que aún me dura.
SIN SÁBANAS Y CON LA HABITACIÓN DESORDENADA COMO SIEMPREE DE LOS NERVIOS PORQUE TU VIENES A VERMEEEEEE- canto en la ducha como si las cuatro paredes que me rodean fueran el mismísimo Palau Sant Jordi
- SAMANTHA- escucho gritar detrás de la puerta del baño
Apago el altavoz mientras salgo de la ducha y contesto al mismo volumen que la persona de detrás de la puerta- DIME MAMÁ – me río detrás de eso porque la escucho asustarse del chillido y abro la puerta asomando la cabeza
- Samantha tu padre te ha dicho que en una hora te recogía Martí y no es ninguna broma, tienes 25 minutos para preparar tus cosas y estar en la entrada de casa- dice con cara de no estar bromeando
- ¿Ah pero que era enserio lo que me ha dicho? - me hice la tonta- yo pensaba que era un sustito por lo de ayer
- No hija no es ningún "sustito"- dijo con retintín- date prisa porque a la hora te vas con lo que tengas listo, como si es con la ropa que llevas puesta y fin
Corrí a mi cuarto a vestirme viendo que no se andaban con bromas y que como no espabilara me llevaban a cuestas en toalla.
Abrí mi maleta y metí a Pep, otra cosa podía dejarme, pero sin Pep no aguantaría ni una noche. Empecé a meter cosas aleatorias que en realidad no sabía si realmente me podrían servir en el cuartel, pero bueno iría a acompañarlo mientras él instruía a los soldados.
Una vez terminé la maleta miré la hora en el móvil y vi que sólo me faltaban 6 minutos para que me recogieran- 08:08- de verdad que no sabía si estas horas me perseguían o que simplemente estaba obsesionada con ellas.
Me hice una coleta alta, cogí un vestido blanco con flores amarillas y mis converse. Prefería ir cómoda para las 3 horas de viaje que me esperaban en el coche.
Salí de mi cuarto y bajé las escaleras justo a tiempo. Mi madre estaba abriéndole la puerta a Martí.
Es un viejo amigo de la familia que mi padre contrató después de que lo echaran del ejército por robar comida para mandársela a su familia ya que no tenían dinero para nada. Mi padre viendo la situación decidió contratarlo como chófer de la familia. Es por eso que desde que tengo uso de razón ha sido la persona que se encargaba de mí diariamente.
- Hola Martí- dije con no muy buena cara- hoy no te voy a dar charla por el camino, he dormido 3 horas, 3 HORAS- dije dramando - ¿Ves esto normal?
- Martí se rió sacudiendo la cabeza y susurró- lo que tengo que aguantar
- EEEE no te escucho, mierda los sonotones- dije corriendo hacia mi cuarto para cogerlos.
No hay día que se me olvide cogerlos, y si los cojo casi nunca tienen pilas. Así soy. Al final todo el mundo me conoce y sabe que si me hablan y no les hago caso es porque no los llevo.
Cuando bajo ya está todo metido en el coche y me monto en la parte de atrás para intentar dormir durante el camino.
Después de casi 3 horas me despierto viendo las largas praderas que rodean la carretera por la que vamos. La última vez que vine fue para el acto en el que nombraron a mi padre Coronel hace unos 4 años.
Nunca había pensado que podría pasar más de una tarde en ese sitio pero al parecer esta vez me iba a tocar conocerlo más a fondo.
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A tu lado todo suena mejor
FanfictionMe sobran las ganas pero me falta el valor de hacerlo