La ambición puede terminar cegando a alguien, hasta el punto de hacerle perder la razón, como es el caso de Zeus, invadido de la sed de poder, decide crear una guerra que pondrá en peligro la existencia humana, tomando Hades, la iniciativa para dete...
El rey del Olimpo fue escuchado, obteniendo la aceptación de la mayoría de los dioses para empezar aquella guerra; claro, que no todos estaban de acuerdo, como era el caso de su hermano Hades, Dioniso, Demeter, Hera, y como era de esperarse, Hestia.
Pero, no solamente había en el Olimpo dioses que estaban en desacuerdo, ahora mismo, vamos hacia Mesopotamia, donde los dioses sumerios; donde están reunidos An, el dios del cielo y rey de los dioses, Enki, el dios de la tierra, Enlil, Dios del viento, su hija Ishtar, Diosa de la guerra y el amor en el ámbito sexual, Ki, la Diosa de la tierra, Nammu, la Diosa madre, Shamash, el dios del sol, Nannar, el dios de la luna, Ninsun, Diosa de las vacas y tutora de Gudea y Lagash, quien había decidido traer a Gilgamesh, su hijo, el Rey de Uruk, no era un Dios completamente, pues era hijo de Ninsun y un mortal, el sacerdote Lillah, lo que lo hacía un semidiós.
Ninsun se dirigió donde estaba sentado su hijo, el cual, estaba con un rostro entre enojo, aburrimiento, y desinterés; tomó delicadamente sus hombros, hablando fuertemente, para ser escuchada por todos los presentes.
-este es Gilgamesh, mi hijo, el más fuerte de todos los hombres, el peleará junto a nosotros, lo he traído, porque estoy segura que con él tendremos una victoria asegurada- habló en su típico tono orgulloso, viendo al Rey de Uruk con una sonrisa, y sus brillantes ojos color miel.
Gilgamesh hizo una mueca de disgusto.
"genial, estos hijos de puta me quieren utilizar" pensó.
El rey de Uruk no solamente poseía un poder enormemente colosal, también tenía una excéntrica belleza que logró llamar la atención de la Diosa Ishtar, ella no evitó proponerle matrimonio a tan hermoso hombre, sin embargo, Gilgamesh rechazó su propuesta, eso enfureció a la diosa del amor; ella nunca había sido rechazada por un hombre, luego, decidió contar a Enlil, su padre, la enorme humillación que el semidiós le hizo pasar, por lo que Enlil, mandó un enorme diluvio que arrasó con toda la ciudad de Uruk, y asesinando al único, y mejor amigo de Gilgamesh, Enkidu.
Este observó con rechazo y repugnancia a Ishtar y Enlil, como queriendo decir "Yo jamás movería un maldito dedo por colaborar o hacer equipo con alguno de estos dos".
El rey no era de esos que se quedaban callados.
-Lo siento, pero me niego rotundamente a pelear por esa estupidez-
Todos los presentes lo observaron con rostros de extrema sorpresa.
-¿Cómo es posible? ¿Revelar te una vez contra nosotros no es suficiente para ti?- soltó Enlil.
Sin responder a las interrogantes del dios, Gilgamesh se retiró, por supuesto que pelearía, pero no con ellos, si no contra ellos.
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Gilgamesh, el Rey de Uruk.
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