I'll Make A Man Out of You

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Narrador

Una semana más corrió, Mary, Radius y Merlín acababan de partir a Camelot, pues el Rey Arthur había contraído una especie de enfermedad que pintaba más ser un hechizo, uno que ni siquiera conocía Merlín, pero que avanzaba apresuradamente, quizás demasiado rápido...

Pese a los esfuerzos de Merlín, aún había un elemento de aquel hechizo que no lograba descifrar...

La razón por la cual Arthur había convocado a los dos hijos de la maga, fue por algo muy sencillo, el pelinaranja estaba convencido de que uno de ellos podría ser su sucesor como gobernante de Camelot, puesto que, Arthur no tenía hijos, por lo cual la única que estaría al mando en Camelot si él llegará a fallecer sería Merlín.

Pero eso no era importante ahora, pues la situación en Camelot no era muy resaltante en ese momento.

Volviendo a Liones, el entrenamiento de espada de los héroes había iniciado, esa primera semana había sido Daniel quién había dado las clases, pero... Ya era el turno de Meliodas de entrenarlos, y él no planeaba ser precisamente muy blando.

Meliodas: sate sate sate, ¡muy bien empecemos el entrenamiento de hoy! *Dijo el rubio y los demás le vieron confundidos ya que no estaban enterados del cambio de entrenador*

Uraraka: disculpe... *Dijo la castaña llamando la atención del demonio* ¿No se suponía que Daniel era quien nos entrenaba?

Meliodas: pues... Con Elizabeth decidimos que ya que estaban familiarizados con las espadas luego de su primera semana de entrenamiento, lo mejor sería pasar a algo más exigente *explicó el rubio*

Nejire: ¡Pero! ¿Usted es el Rey, no? ¿No debería hacer cosas de Rey? *Preguntó la peliazul*

Meliodas: pues si lo soy, pero también soy Caballero Sacro, por eso y porque me lo pidió Eli, me encargaré de finalizar su entrenamiento *dijo, aclarando las dudas de los demás* además mi habilidad con la espada es de las mejores en el reino, entrené personalmente a mis hijos y también a algunos otros caballeros, no conseguirán un instructor mejor que yo

Los contrarios los miraron con desconfianza, no estaban seguros de aquello, no le daba mucha confianza aquel rubio, a la distancia la Suprema Deidad observaba lo que estaba haciendo el demonio.

Meliodas: bien, ya que me tienen tan poca fe... *empezó tomando una espada de las cuantas que se utilizaban para entrenar y con ella apunto a los héroes* ataquenme sin piedad, del modo en que quieran, pero la única condición es que deben usar sus espadas

Los demás se miraron confundidos entre ellos, no entendían el porque de tal petición sin embargo y sin dudarlo mucho, se lanzaron a atacar algunos de ellos, otros solo observaban sin saber que hacer, pero supieron que hicieron bien en quedarse quietos al ver la facilidad con la que Meliodas derribo a sus compañeros, haciendo que se tropezaran o que se golpearan entre ellos, el rubio por su parte solo suspiro negando con la cabeza, ¿en qué parte de la cabeza de Daniel cabía dar el visto bueno para que fuera él quien los entrenará? Si ese grupo tenía una habilidad con la espada naturalmente mala, solo se salvaba el tal "James" o Silver Knigth, quien ya tenía conocimientos de esgrima.

A la distancia, (Tn_) junto con Roxanne observaban la escena divertidas, mientras ellas se dirigían a su propio entrenamiento.

Meliodas: ¡Oh! ¡(Tn_) ven aquí! *Pidió a su hija quien asintió y se separó de Roxanne* hija ayudame con el entrenamiento de ellos...

(Tn_): pensé que Daniel los había capacitado los suficiente como para que estuvieran en el nivel de tu entrenamiento *dijo la rubia sacando su espada de su funda*

Meliodas: aún no lo suficiente...

(Tn_): bueno en su defensa, tú eres muy estricto... Aún recuerdo los moretones de mi primer entrenamiento contigo *dijo la rubia haciendo memoria mientras empezaba a ayudar a su padre con los entrenamientos, tal cual como le había pedido el mayor*

Mientras tanto, en otra parte del castillo, Daniel quién en esos últimos días había tenido una especie de... Visiones, por llamarlo de un modo, con imágenes que le costaba mucho asimilar, ¿por qué? Porque aquellas imágenes representaban lo que actualmente eran los más grandes temores de Daniel.

Destruir los esfuerzos y los intentos por reestablecer la confianza en él y lo peor, lastimar a su querida Roxanne.

Pues si bien sentía mucha rabia contra (Tn_) y su padre, sería incapaz de hacerle daño a Roxanne, él la amaba profundamente, y estaba dispuesto a todo por la media hada de la cual estaba enamorado, incluso dejar su resentimiento contra (Tn_).

La luz que reinaba los cielos en la antigüedad empezaba a entretejer los hilos que conformaban su plan, el cual había pensado con detenimiento durante bastante tiempo.
Mientras que aquella oscuridad que refugiaba las horrendas atrocidades iba recuperando su fuerza poco a poco de entre la sombra de lo que fue alguna vez.
Estas dos fuerzas ancestrales que vivieron en permanente enemistad y los planes que ambas llevaban planeando por milenios estaban a punto de colisionar entre sí, y ese choque podría ser el principio del fin para todos aquellos que estarían involucrados en él.

Porque si, en efecto tanto el Rey Demonio como la Deidad Suprema estaban planeando cosas que independientemente de la circunstancia posiblemente fallarían, por su cuenta claro está...

El inminente choque de ambos planes posiblemente reanudaría la Guerra Santa que había terminado con el sellado de ambas razas y un hechizo que desencadenó una serie de cosas que llevaron a este punto a Britannia.

Pero esta no era la única preocupación que atormentaria los guerreros que defendían el territorio de Britannia...

Pues un plan que incluía un atentado contra distintos mandatarios del continente y falsas acusaciones harían un caos entre todos. Y no sólo eso, las situaciones personales y conflictos internos de los protagonistas no mejoraban la situación, de hecho solo aumentaban el estrés que podían llegar a causar los problemas externos que se presentarían...

Y, cuando llegaran al límite de su estrés y todo colapsará, nadie se escaparía del horrible suceso que pasaría en el futuro.

Blow Us All Away « Todoroki Shoto Y Tu » | 2° Libro |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora