❝Clases en Cuarentena❞

❝ᴄʟᴀꜱᴇꜱ ᴇɴ ᴄᴜᴀʀᴇɴᴛᴇɴᴀ❞

Actualmente todos sufrimos de alguna forma esta situación que vivimos a nivel mundial.

Los niños sufren del encierro y aburrimiento al igual que varios jóvenes y adultos; las familias sufren al no poder trabajar ya que de esa forma no pueden generar ingresos. Los estudiantes tienen que lidiar con las interminables trabajos, pruebas y clases online que apenas ayudan a comprender la materia que se pasa. Y los profesores... Los profesores ahora están esclavizados. Deben estar siempre conectados para realizar sus clases, preparar sus presentaciones, apoyo visual (el cual es crucial en estos momentos), apuntes para explicar de mejor manera, ejercicios resueltos con un paso a paso detallado... En fin, deben preparar un sin número de cosas, la cuales no les permiten separarse de su aparato tecnológico, el computador.

Este era el caso de Sasuke Uchiha, un profesor de Universidad de apenas 27 años. Este impartía las clases de Biología Celular y Morfología para los alumnos de primer año en las carreras de "Química y Farmacia" y "Tecnología médica".

Como todos los días, Sasuke se levantaba a las seis de la mañana, sus clases empezaban a las ocho y media pero siempre se levantaba antes para bañarse y tener todo listo para la clase. Con un café en mano y una cara de amargura que se le notaba a kilómetros se sentó frente a computador. Lo bueno es que jamás tenía la cámara encendida por lo que sus alumnos no la veían.

Una vez comenzó sus clases no se despegó de aquella pantalla. Una, dos, tres, cuatro, ¡Cinco horas! Y por fin lograba estirarse y levantar su trasero de esa silla que hace un par de horas se había vuelto increíblemente incomoda.

El olor de la carne al jugó acompañada con arroz inundo sus fosas nasales. Por primera vez en el día, sus labios embozaron una sonrisa. Camino hacia la cocina donde encontró a su adorable esposo sirviendo un plato de comida.

- ¿Terminaron tus clases? -sintiendo unos brazos rodearle por atrás, el rubio giro su cabeza y deposito un casto beso en los labios del azabache.

El más alto se separó para recibir el plato de comida- Ojalá, en cuarenta y cinco minutos tengo otra clase.

Luego de decir eso, se dirigió a la mesa donde, al sentarse en la silla, sintió un dolor en su espalda baja. A este paso le quedaría el trasero cuadrado.

Comenzó a comer sin ganas, no porque la comida estuviera mala, sino porque estaba al borde del estrés, quería descansar del maldito computador, sus ojos le dolían al igual que su cabeza, sus piernas se le acalambraban, su cuerpo estaba harto de estar sentado frente a una maldita pantalla.

- ¿Todo bien? Te notó cansado.

Naruto dejo su plato de comida a un lado del azabache. Se colocó atrás de su esposo y comenzó a masajear la espalda de él.
Naruto y Sasuke llevaban casados cuatro largos años, eran un feliz matrimonio, y a pesar de que al principio no fue fácil, su amor fue más fuerte que todos los problemas y barreras que les oprimían.

El de mirada oscura poso su mano por sobre una de las del rubio que masajeaban su hombro.

- Estoy estresado, eso es todo... No te preocupes mi vida, siéntate a comer.

El más bajo le miro preocupado, pero, aun así, hizo caso a su pareja. Comieron en silencio, y una vez acabaron, el azabache se dirigió nuevamente a su oficina. Naruto observo a su esposo con su rostro afligido. Las últimas semanas Sasuke ha estado al borde del colapso, apenas duerme, sus ojeras son cada vez más notorias y tuvo que usar lentes ya que su vista se estaba viendo afectada por pasar pegado a la pantalla. Quizás, encerrados, el virus no les dañara, pero el estrés producto de la interminable cuarentena los estaba matando lentamente.

Se ocupó de lavar los platos que habían usado mientras pensaba en alguna manera de ayudar a su querido esposo. La verdad, había intentado de todo, pero nada funcionaba, el azabache ni siquiera peleaba con él, no tenía ganas de nada.