❁Masturbation Time - KTH&JJK❁

«𝟏𝟏»

Cuantos más comentarios más me inspiro porque siento que les gusta.

Cuando la revoltosa castaña entra a la habitación en un arrebato, Taehyung realmente agradece que ambos estén vestidos y listos para desayunar. Porque enterarse de lo que Jungkook y él han hecho, y mas siendo Jungkook, dejaría en un definitivo shock a Jihyo y no exactamente de una buena manera.

Jihyo está ansiosa, y no es para menos, la persona que le gusta desde que tiene memoria está pisando la casa por primera vez en meses, y ella no puede recordar la última vez que el corazón le latió tan rápido, o tal vez si, pudo haber sido cuando lo vio marcharcharse hace meses, llevaba la ropa desalineada y un nido de pájaros parecía haberse apropiado de su cabello, o pudo haber sido cuando, de casualidad, le consiguió observar a la salida de la preparatoria.

La castaña vuelve en sí cuando su hermano zarandea una mano frente a su cara.

-¿Entonces estas aquí porque...?

Oh, eso.

-Les hice el desayuno.

La menor observa de reojo la mueca de sorpresa que se instala en la cara de Jungkook. Y sonríe internamente, porque siente que por fin algo de lo que hace genera una mínima reacción en él.

-Nuestra pequeña ha crecido.-Jungkook dice, mientras finge secarse lagrimas y está intentando hacer su voz sonar como la de un abuelo.

Jihyo siente el rubor hacer presencia en sus mejillas y baja la mirada a sus pies para evitar la brillante de Jungkook y la asesina que su hermano le está dedicando.

Jungkook la felicita mientras termina de tomarse el café que la menor les dio hace unos minutos. Y es que ver a la pequeña de la que incluso tienes recuerdos en pañales, haciendo cosas por si sola y creciendo, le emociona.

Taehyung bufa, porque el café de Jungkook tenía definitivamente más espuma arriba y Jihyo se ha pasado los últimos 3 minutos mirando fijo al pelinegro. Incluso cree que no la ha visto pestañar.

¿Qué no tenía algo que hacer?

¿Tarea? ¿Amigos con quienes hablar? ¿Una mascota para alimentar siquiera?

El rubio sacude la cabeza, tal vez estaba siendo demasiado duro.

-Chu chu, vete de aquí.-Jihyo lo mira ofendida.-¿Por favor?

-Me llamas una vez más así y  le cuento a Jungkook que tien-

Taehyung siente atragantarse, sabiendo de inmediato a lo que la menor se refiere.

-E-está bien, perdón Jihyo.-La interrumpe.

La castaña sonríe y se retira, saludando amablemente a Jungkook antes de marcharse.

-Es tierna.-Dice Jungkook.

-¿Qué?.-Pregunta incrédulo.

¿Tierna? ¿esa molestia andante...tierna?

-Es tierna.-Repite.

-Lo que tu digas.

Jungkook asiente emocionado cuando luego del desayuno, Dongju les ofrece encargarse del arreglo del jardín, y es que en su casa apenas crece algo de pasto, y el recuerdo de la última vez que tuvo contacto con la naturaleza se encuentra borroso en su mente. 

Taehyung se cambia a regañadientes la pijama por algo que encuentra al fondo de su ropero y está seguro que fue dejado en el olvido hace tiempo atrás, porque incluso había olvidado que la remera verde gastado y el pantalón gris, que la tía que sólo ve una vez por año le regaló en alguna navidad, seguían siendo de su pertenencia.