Midnight.

d o s.

El.
Se gira. Aprieta los ojos con fuerza. Vuelve y los abre. Mira la pared blanca junto a su cama. Rueda sobre su espalda. Observa en techo. Vuelve y se gira. Contempla la luz de la luna que se filtra por la ventana. No puede dormir. Son pasadas las dos de la mañana y sigue sin conseguir dormir. El recuerdo de ella viene como un rayo de luz a su mente iluminándolo todo y quitándole el sueño. Suspira. Sale de la cama y toma un cigarro de la cajetilla en la mesilla de noche. Mira su bloc de dibujo con desgana. Antes dibujaba. Antes de ella. Ahora solo escribe. En el bloc de dibujo donde hay retratos de ella. Se sienta en el alféizar de la venta con el cigarro entre los labios. Le da una calada y suelta el humo lentamente. Contempla el cielo oscuro tachonado de estrellas. Se queda así un rato. Tras unos minutos, cuando ya casi no le queda cigarro, siente que alguien lo mira. Fija la vista en la ventana frente a la suya. Se encuentra con los ojos de una chica. Tiene un lápiz en la mano y un bloc como el suyo en las piernas. Puede verla perfectamente desde donde esta por la escasa distancia que los separa. Sus dedos hormiguean con aquella sensación reconfortante de querer dibujar. Pero ha prometido no volver a dibujar nada que no fuera ella. La mira ceñudo. Lo ha estado dibujando. Puede notarlo. La forma en que sus ojos brillan con inspiración. La forma en que sostiene el lápiz. La manera en la que mechones de cabello se escapan rebeldes del moño alto que tiene y le enmarcan el rostro. Quiere dibujarla. Pero no lo hará. Toma el bloc junto a él y escribe algo. Cuando termina levanta el bloc. La observa leer. Sus ojos se mueven con rapidez por el papel y su labio inferior es atacado por sus dientes. Tiene un fuerte impulso por dibujarla. Se pone en pie cuando ella lo mira y cierra la ventana. Camina hacia la cama y pone el bloc en la mesilla. Un sonido sordo proviene de la ventana. No va a mirar. Va a dormir. O algo así.