Yo siempre había pensado que Vegetta es gay, su nombre es Samuel, nunca me paso por la cabeza que el pudiera abusar de mí, tengo que decir que nunca sentí atracción por el aún que él sea muy guapo tez blanca, alto, atlético, brazos fuertes y un aroma a testosterona increíble.
Eran vísperas de Navidad y Samuel vino con Willy, Luzu y Lanita, aquí a España; no tenían en dónde quedarse así que Mangel les dijo que se podían quedar con nosotros, yo me enoje porque la verdad a mí no me caía bien la idea; me enoje más cuando supe que se iba a quedar a dormir conmigo, en la cena sólo sentía su mirada y me molestaba mucho, me atreví a verlo y me guiñó el ojo y eso hizo que me enojara mucho que me enojó mucho, por suerte nadie lo notó, cuando término todo eran las 1:30 am, Samuel tenía mucha energía todavía pero yo estaba agotado, nos subimos a dormir y Samuel iba a dormir en una colchoneta al lado de mi cama, cuando él fue al baño aproveche para cambiarme y sólo me quede en bóxer cuando ya estaba en mi cama chateando con Mangel, a pesar de que solo nos separaba una pared, cuando Samuel llegó y entonces dijo;
-.¿Qué haces?- Pregunto Vegetta.-
-.Platico con alguien.- Le respondí borde, hoy tenía planeado el declararme gay haciéndole una propuesta a Mangel, y por culpa del mismo Mangel, no podría hacerlo hoy.-
-. ¿Con quién? Dime.- Siguió insistiendo.-
-. Con mi Mahe.- Vi a Samuel fruncir el ceño.-
-.Pensé que... Él no era putito.-
-.Ni que fuera tu ley tú eres un maricón.-
-.Pues tal vez sí pero no se lo digas a nadie y tengo muchas ganas de cogerte.- ¿¡¡QUE MIERDAS ACABA DE DECIR?!
-.Que puto asco ya duérmete y aunque yo fuera gay no podría eres mayor que yo además Jamás te dejaría tocarme.-
-.Ya veraz que sí se va a poder porque te traigo unas ganas.-
-.Ya deja de decir gilipolleces, nunca pasará acéptalo y ya duérmete.-
-.Buenas noches perra.-
Ya estaba cansado de él lo único que quería era dormir, ya eran las 2:00 am, me quede súper dormido
Eran como las 4:30 am entonces desperté y me sentí amarrado y con una cinta en la boca, para sofocar los gritos; después vi a Samuel, estaba desnudo y yo igual, me dijo
-.No que no perra ahora eres mía.-
Yo estaba aterrado no podía moverme ni hablar, el empezó a masturbarme, poco después empezó a lamer mi miembro; yo no quería nada del
Aunque debo admitir que lo hacía muy bien, después me puso su pene en la cara y me lo empezó a frotar, me quito la cinta de la boca y rápidamente metió su pene en mi boca, sentí que me ahogaba así que como no quería darle placer de lo mordí, él
Estaba muy enojado me empezó a golpear en mi pene, me dijo
-.A ver perra me lo vas chupar porque sí no te va a ir muy mal.-
Me la metió hasta el fondo y empecé a toser el me masturbaba mucho después sacó su pene y me puso la cinta en la boca y me dijo
-.Ahora viene lo mejor mi putita, te quitaré la virginidad.- Yo ya no era virgen, varias ocasiones, en estado de ebriedad; lo había hecho con Mangel, pero nadie lo sabía.-
Se subió en mí y lentamente Introdujo su pene en mí, entró completamente y empezó a dar estocadas muy fuertes, estaba siendo muy doloroso, pero extremadamente placentero, el empezó a gemir y jadear, él lo estaba disfrutando muchísimo, yo por mi parte, el masoquismo no es lo mío.
Así estuvimos un buen rato hasta que el me cambió de posición y me dijo
-.Quiero Más.- Me puso en cuatro y volvió a introducirse en mí; siguió con las fuertes estocadas, mientras golpeaba distintas partes de mi cuerpo, así sentía un placer más grande, él me estaba cogiendo, lo hacía muy rápido e intenso; hasta que sentí un líquido espeso salir de mí, acompañado de un fuerte gemido por su parte, yo no podía gemir, ni jadear, ni de placer ni de dolor, aún tenía la cinta en la boca.
Me volteo; Yo estaba cansado y él me empezó a masturbar muy fuerte y cada que me iba a venir el paraba para que yo sufriera y no me viniera, lo hacía muy muy fuerte hasta que ya no pude más y el no paró y me corrí, mi semen cayó sobre su cara, él se metió el semen a la boca y me dijo.
-.Gracias putita fue la mejor noche de mi vida.-
Después él se fue a acostar y los dos nos quedamos dormidos.
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No es de mis mejores trabajos, pero le tengo afecto por ser de los primeros
