Capitulo 11

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Oh! los fines de semana, dos gloriosos días libres del estrés de la vida cotidiana.

Al menos para la mayoría de las personas.

Alyssa se levantó temprano como siempre, ella no acostumbraba desvelarme por un mensaje de él, había decido que no le daría el poder de arruinar su ciclo de sueño.

Buena decisión, pues gozó de unas horas más de alegria antes de lo que encontraría en la mañana.

Desconocido:

Me siento tan mal por ti
Le diste tu corazón y el lo arruinó.
¿Como fuiste a creer que durarían?

y debajo había una foto, Lorenzo, su Lorenzo besando a Yamileth, la bonita y perfecta Yamileth.

Sabía que era reciente porque la mano que Lorenzo puso en su mejilla portaba la pulserita roja que compartía con Alyssa.

Las lágrimas llenaron sus ojos, un dolor indescriptible se apoderó de su pecho, quería llorar, gritar, no sabía que hacer, más bien, no podía hacer nada, nadie en su hogar sabia de su relación con Lorenzo, tendría que aguantarse, fingir como siempre que todo está bien y esperar hasta que pueda llorar en paz.

Por suerte para ella no tuvo que esperar mucho, sus padres salieron a hacer las compras, su hermano iba a casa de su mejor amigo, su hermanita tenía clases de baile los fines de semana, desde mas 8:00 am hasta las 5:00 pm.

Ya estando sola se permitió regodearse en su dolor y sufrimiento.

Se sentía tan estúpida, ¿cómo pudo creer que el cambiaría por ella?, la gente como el no cambia, destruyen personas como si fuera un concurso, y ella participó por su propia voluntad.

La humillación en la escuela sería terrible, de eso estaba segura, al final ellos tenían razón, no duraron nada.

Dolía tanto, la persona que hacía que el dolor se fuera, que le hacía escapar de su realidad, la había traicionado de la peor manera posible.

Nesecitaba ayuda, decidió pedirle a sus amigas que fueran a su casa.

Nesecito que vengan
porfavor

Helena♡:
Llegó en 30min
¿Estás bien?

no sabría decirte

Samantha♡:
estoy ahí en media hora.
¿Qué te paso?

Preferiría que hablemos
en persona, dense prisa.

En menos de media hora ya estaban ahí, los mensajes ofrecían muy poca información aunque podían darse una idea de la situación.

Cuando entraron a la casa de Alyssa la encontraron sola, tenía los ojos rojos e hinchados, prueba de que había estado llorando, Helena no dijo nada y sólo se acercó a darle un abrazo, Alyssa correspondió y las lágrimas comenzaron de nuevo.

- Alyssa, ¿Que sucedió? - pregunto Samantha preocupada.

Los sollozos empezaron a parar y con todo el valor que poseía, la destrozada chica habló.

- Él me ... engaño - ni siquiera pudo completar su frase pues las lágrimas empezaron de nuevo.

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