Nada en común

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Por Tabris-XX


Resumen: Ash pensaba que él y Blanca no tenían nada en común y que había un abismo de diferencia entre ambos, empezando por sus edades y concluyendo por sus gustos tan diametralmente opuestos. Sin embargo, los dos estaban buscando lo mismo.

Advertencias: AU Post-canon. Fic con contenido explícito. Personajes mayores de edad y actos plenamente consensuados.

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Sentados en un banco del Central Park la pregunta de Blanca lo tomó por sorpresa. Ash fue con intenciones de despedirse de él y de pagarle por sus servicios como acordaron, y de repente, le estaba proponiendo que lo acompañara.

—¿Vendrías conmigo al Caribe?

—¿Quieres llevarme a llenar tu vacío? Tú no eres así, Sergei.

El rubio lo observó con una sonrisa al notar cómo el otro agachó la mirada por unos breves instantes; tal vez porque lo puso en evidencia. Blanca no era así y Ash lo supo en cuanto el hombre decidió retirarse y vivir como un ermitaño en alguna paradisíaca playa caribeña, intentando dejar atrás un trágico pasado.

—Tienes razón. Olvida lo que dije.

El mayor se sintió un tanto avergonzado, pensó que había cometido una imprudencia al pedirle a Ash que se fuera con él, a pesar de que sus intenciones jamás fueron malas. Después de todo, Sergei Varishkov seguía guardándole un entrañable a aquel joven que un día fue su alumno.

Ash ni siquiera lo sospechaba pero de algún modo, con aquel repentino ofrecimiento, Blanca acabó salvándole la vida. Sin duda alguna, fue la mejor decisión que el chico oriundo de Cape Cod pudo haber tomado.

Un simple "sí" lo había cambiado todo.

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Un año después, Aslan Jade Callenreese decidió cometer un último asesinato y por primera vez en su vida, se sintió orgulloso de ello. Él resolvió poner fin a la existencia del infame Ash Lynx, según sus propias palabras. Solo entonces consiguió abrazar una plena libertad que nunca conoció y vivir sin temores.

Lejos de la jungla de cemento de la cosmopolita e intensa cuidad de New York, ahora el joven moraba en una propiedad alejada en la bellísima playa Seven Mile en compañía de Blanca. El cambio fue bastante radical pero consiguió adaptarse con rapidez y no extrañaba en absoluto su antigua vida; después de todo, Ash nunca tuvo apego por nada ni nadie, solo Griffin fue su excepción a la regla.

La única persona que conocía su paradero era Alex, ya que en ocasiones solían comunicarse por e-mail. El ex segundo al mando de su pandilla le había comentado que todos los chicos se encontraban bien y estaban tratando de encauzar sus respectivas vidas, ya alejados del mundo delictivo. De cierto modo, todo aquello lo hacía sentir contento.

Y ahora que se ponía a pensar en su propia vida, estaba convencido de que hizo lo correcto. A su modo, Ash era por fin feliz. Poco a poco, el joven dejó ir todo lo que una vez le hizo daño y ahora vivía bajo el mismo techo que un sujeto que en ocasiones le resultaba insoportable pero al final del día, estaba a su lado compartiendo de manera amena.

Durante aquel año, Ash intentó conocer un poco más a Blanca pero el hombre era todo un enigma. Pensaba que no tenían nada en común, empezando por la edad y concluyendo por sus gustos tan diametralmente opuestos.

Blanca se levantaba con los primeros rayos del sol y entrenaba a diario, Ash a duras penas salía de la cama luego del mediodía y no le interesaba hacer ejercicio sino de manera muy ocasional.

Proyecto Banana Fish (Blanca x Ash)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora