Ocean eyes

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—Espero que el hecho de haberme traído hasta aquí caminando haya valido la pena, — regaño a Nicholas mientras terminamos de subir una alta montaña cerca del castillo en donde habita.

—Tranquila princesa...

—Ya te dije que no me llames así, es ridículo, y más cuando tú eres el rey y yo no llego ni a noble— interrumpo.

—Lo siento, es solo que te vienes quejando todo el camino, — ríe, — pero hemos llegado a nuestro destino.

Nicholas abre la puerta con una llave que lleva en el cuello y deja ver una enorme biblioteca vacía y silenciosa.

Me quedo asombrada unos segundos y procedo a levantar mi vestido fabricado con una tela delgada, largo, de manga larga y cuello de tortuga color rosa, para poder caminar hacia el enorme paraíso.

—Nos hemos conocido durante tres años y ¿nunca pensaste en traerme hasta aquí? — lo miro enfadada.

—Perdón, — se acerca a mí y pasa su mano por un mechón suelto de mi cabello recogido en un chongo.

—No importa, es hermosa, me recuerda a cuando te conocí.

Sonrío cuando varios momentos de nosotros juntos vienen a mi mente.

—¿Quisieras contarme algo de eso? — sonríe.

—Recuerdo haberte encontrado leyendo bajo un árbol en las afueras del pueblo. Me pareció extraño, pues parecía que te estabas escondiendo.

—Y así era— completa mi frase.

—Y así era, — repito con una sonrisa en mis labios.

>>Me acuerdo que cuando me acerqué, te asustaste y yo no sabía si estaba más sorprendida por haberme encontrado al rey o por tu reacción, — suelto una risa a la cual Nicholas se le une.

—Estaba leyendo acerca de las guerras que hubo en años pasados.

—Sí, recuerdo que una vez que te diste cuenta de que era inofensiva, me empezaste a hablar un poco acerca de tus libros, y de cómo eran sus tanques y cómo sus bombas provocaban cielos de napalm.

Nos quedamos un rato recordando todos los momentos que hemos compartido hasta ahorita, hasta que escucho que empieza a llover.

—Al parecer nos quedaremos un rato encerrados, — digo al ver el cielo llorar a través de una ventana rota, sintiendo la brisa mover mi cabello y deshaciendo mi peinado.

—No me molesta, — Nicholas toma mi cintura y junta nuestros labios en un beso tierno que se vuelve más apasionado minutos después.

Me separo con una sonrisa y camino por los pasillos ojeando los libros qué hay.

—La mayoría son libros prohibidos, mi madre rescató los que pudo mientras vivía y aquí era nuestro lugar secreto, hasta que murió y ahora solo es mío, — su mirada se torna triste, — una vez que mi padre murió en el océano en camino a Astird, dejé de venir porque no me daba tiempo. Astird es una tierra cercana a la nuestra, Mericah.

Nicholas cambia su expresión y me anima a buscar libros.

Llego a un estante con varios libros de colores y tomo uno azul que me llama la atención.

Este tono de azul me recuerda a los ojos de Nicholas.

Tan azules como el océano.

Recuerdo que la primera vez que lo vi, no puede dejar de mirarlo, dejar de observar sus ojos hipnotizantes.

Decido ojear un poco el libro encontrándome con conceptos que nunca antes había escuchado.

Depresión: La depresión es un trastorno mental frecuente, que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración.

Esquizofrenia: La esquizofrenia es una psicosis, un tipo de enfermedad mental caracterizado por una distorsión del pensamiento, las percepciones, las emociones, el lenguaje, la conciencia de sí mismo y la conducta.

Me quedo leyendo un poco más acerca de esto hasta que escucho un sollozo.

Me acerco al sonido y veo a Nicholas llorando abrazado de la llave.

—Nicholas, está bien, estoy contigo— susurro mientras lo abrazo.

Nunca he sentido apego por las personas, Nicholas es la persona con la que más he formado un vínculo además de mi padre y aun así hay veces en las que siento que no puedo compartir su dolor.

—Ya está, enserio sabes hacerme llorar cuando me enseñas tus ojos llorosos, — le digo soltando unas lágrimas.

No sé qué siento. No siento lo mismo que él, pero no puedo evitar llorar.

—Es solo que este lugar trae muchos recuerdos, — absorbe la nariz y pasa su brazo cubierto con la manga de su camisa por su nariz y me sonríe.

—Me gusta que tus ojos sean azul océano, pero no me gusta cuando ese océano se vuelve realidad.

—¿A qué te refieres? — me mira confundido.

—A que no me gusta cuando lloras, ya sabes, lloras lágrimas saladas, el océano es salado, ¿no?

Nicholas suelta una carcajada.

—Te amo, — me mira y sonrío.

—También yo, — esas palabras saben un poco extrañas en mi lengua.

—Recuerdo la primera vez que estuviste celosa.

—No es mi culpa que hicieras una amiga a la que también le enseñabas tus libros.

Nicholas ríe.

—Sabes que vivimos en un mundo cegado por la ignorancia, simplemente quería ayudarla a cultivar su mente, además, Lisa no es como su familia. Ella tiene potencial.

—Y una vez que lo hiciste, la dejaste sola y llorando.

—Con unos ojos oceánicos.

—Eran cafés, no aplica tanto aquí.

Ambos soltamos una carcajada y nos miramos por unos instantes.

Tengo miedo, jamás me había sentido así, no sé si es amor, amistad, o qué, pero no quiero que me deje llorando como tanto he sabido que les pasa a muchas personas.

Al principio lo odiaba, no me gustaba como manejaba nuestras tierras y yo creí que lo podía hacer mejor que él, pero con el tiempo me di cuenta que podía enamorarlo y ser yo quien gobernara, pero después, me empecé a enamorar de él y ahora ya no sé qué hacer.

No es justo, él sabe cómo manipularme con una sola mirada.

Tengo miedo, nunca me había sentido tan hipnotizada.

Pero tendré que ser fiel a lo que creo.


(...)

Aquí está la información en donde viene la descripción de las enfermedades.

https://www.who.int/topics/depression/es/

https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/schizophrenia

Amor y Muerte [corta historia inspirada en canciones de Billie Eilish]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora