Marry Me (Bryan Mouque y Tu)Adaptada

Capitulo 14: Despedida de soltero parte 2

Despedida de soltero parte II

La música sonaba hasta destirparme los oídos, había varios escenarios individuales con caños y bailarinas por todos lados, eran exuberantes y estaban tan tapadas en maquillaje que eran irreconocibles.
No fue difícil encontrar a Bryan, ebrio hasta más no poder saltaba al lado de Jos quien bailaba en un caño para su espectáculo personal. Freddy estaba tirándole billetes a una chica que servía las cervezas, que se notaba a leguas que no era parte del show, aunque eso no parecía importarle, ya que seguía desparramando dinero. Alonso bebía y bebía un vaso tras otro y Alan miraba todo con la cara adolorida.
Me acerqué a ellos con paso seguro y apresurado, tenía que mostrarme seria para que Bryan me hiciera caso.
Alan se percató en mi presencia y se levantó hasta quedar a mi lado.
—Por favor, dime que vienes para llevarme lejos de este lugar —me gritó encima de la música.
Le guiñé el ojo como un gesto para que se tranquilizara y confiara en mí.
Si quería sacar a Bryan de allí, tendría que ponerme a trabajar de inmediato.
Me subí a la plataforma donde Jos y Bryan bailaban  y me puse al medio de los dos. Bryan perdió el equilibrio al verme y cayó de espaldas al suelo, pero se puso de pie enseguida como si nunca se hubiese golpeado y se refregó los ojos repetidas veces mirándome.
—Hola, cariño ¿no te alegras de verme? —le dije cargada de sarcasmo.
—¡________, ¿qué haces aquí?! —gritó aún sin poderlo creer.
—¡Te vine a buscar, nos vamos ahora antes de que termines acostándote con alguien!
—¿Irme? La fiesta recién empieza, ven, baila conmigo —intentó sujetarme de la cintura, pero le di un empujón y cayó otra vez al suelo, sin embargo, esta vez no se puso de pie y que quedó allí. Se durmió tan rápido como cayó.
Con la ayuda de Alan sacamos a los chicos y los acomodamos en el auto. Bryan seguía dormido, pero Jos no y parecía que tenía energía para toda la noche.
Alan se fue de copiloto y me dijo que fue idea de Jos hacer una despedida de solteros. Mataría a Jos cuando estuviera sobrio.
Le dije a Alan que podía quedarse en mi casa, pero insistió en volver a la suya, así que le presté el auto en cuanto llegamos para que pudiera irse. Me despedí de él y le recordé que él sería el padrino de bodas junto con Abi, dijo que no había problemas, que ya lo sabía y que no podría olvidarlo.
Alan como padrino de bodas era una historia un poco confusa. Hace dos meses, Abi me había pedido ser la madrina, y como era mi prima le dije que sí. El problema era el padrino, ya que Abi no quería estar con Jos porque la haría reír sin parar en medio de la ceremonia, Daisy se pondría celosa si lo era Freddy y Mike estaba descartado simplemente por ser Mike (y porque se pondrían a discutir por cualquier cosa). Alonso recién se estaba adaptando a nosotros, además iría con Alexia a la boda, así que el único que quedaba era Alan, y cuando se lo dije a Abi se negó rotundamente.
No le vi nada malo a Alan, pero Abi seguía negándose, hasta que Bryan me dijo que tal vez a Abi le gustaba Alan y la ponía nerviosa ir con él.
Aún no se lo preguntaba, pero era una posibilidad. Y si yo había terminado enamorada de Alan después de ocho años, ¿por qué ella no de Alan?
Alan me ayudó a bajar a los chicos y después se marchó.
Mis amigas seguirían en mi habitación viendo películas o desordenando todo lo que encontraran. Dejé a Freddy y a Jos en el cuarto de huéspedes y ni siquiera me animé en limpiarlos o quitarles la ropa para que estuvieran más cómodos. Quería ver la cara con la que despertarían mañana. Y por supuesto, la resaca.
Bryan fue otra cosa. A él lo arropé y le puse su pijama, estaba medio inconsciente cuando lo llevé a su cuarto, pero me pidió que por favor durmiera con él. Apestaba a alcohol y seguro intentaría algo en medio de la noche, pero accedí a su petición por cariño. Era mi última noche como soltera y tal vez debí haberla pasado sola en mi habitación para añorar la soledad y la independencia, pero preferí pasarlo con un Bryan ebrio por una simple razón.
—Bryan… —le susurré al oído cuando me acosté a su lado. Él se removió un poco y roncó. Creí que se había dormido, pero carraspeó y murmuró algo.
—Dime, ______—dijo arrastrando las palabras.
—Yo no fe gamo —le dije. Eso lo hizo despertar de inmediato y mirarme con los ojos desorbitados, pero seguros.
—Pero tu dijiste que… que… —balbuceó.
Le sonreí y lo besé con cuidado, no me causó asco su estado, besar a Bryan siempre era mágico.
—Ya sé lo que dije, pero te quiero aclarar que ya no fe gamo, sino que te amo —y eso pareció calmarlo, porque susurró algo como un “yo también” y por fin se durmió profundamente.
Yo no lo pude hacer hasta bien entrada la madrugada, en una cuantas horas más estaría casándome con el chico que tenía a mi lado y me ponía a pensar en todo lo que pasé durante ochos años, desde que lo vi llegar hasta el día que me dijo por primera vez que me amaba.
Me dormí con un solo pensamiento, que era afortunada de tener a Bryan y que lo sería mucho más cuando se convirtiera en mi esposo.

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Especial San Valentin 2/3 ♥