Recomendación de autor:
- Si puede reproducir mientras me lee la siguiente canción: Tema D Amore de Ennio Morricone.
El día de hoy volviste a mi,
no esperaba el encuentro como de la forma que ocurrió,
senti esa fuerza que mueve lo inmovible.
Recordé el momento en que te conocí,
misteriosa, viva e intrigante...
Me perdí durante las primeras horas de conocerte en los largos audios que me mandabas, era la primera vez que escuchaba tu voz y tu risa... en las cuales caí completamente.
Las charlas se hicieron diarias, las risas cómplices de nuestro casi perceptible querer...
*Pop* Todos los días la notificación de buenos días, casi como un pequeño reloj bien cronometrado.
Comencé a preguntarme cómo sería tenerte frente a mi, comencé a oler un aroma dulce y fresco...
Llegué a pensar en que sería tocarte, tenía miedo de derretirme porque imaginé que eras tan cálida como el sol de verano...
Soñé que sería rozar con las puntas de mis dedos tu largo cabello, pasearme atraves de tu cabecita... darle un besito a tu frente y verte a tus ojos, dónde sin pensarlo... hasta en sueños me perdía.
Que despertaba porque escuchaba tu risa a lado mío, te buscaba pero sin embargo no te encontraba...
A pesar de nunca haberte tenido frente a mi había imaginado las mil y un veces que sería nuestro encuentro... hasta ese día...
Llenarte de pequeños y gentiles besos, como si tú cara fuera hecha de la porcelana más fina y costosa del mundo.
Uno en tu mejilla, el segundo en la comisura de tus labios (en el cual me vería rentado a besarte tu boquita que imaginaba que sabría a miel) y por último en tu hermoso y detallado cuello...
Tres besos sellarían el pacto que haría contigo, mi alma... por un momento en esta vida contigo.
Que sé que te llevaría a conocer la ciudad que para mí ha sido mi hogar, pero para ti apenas es un lugar que sale en el mapa.
Que te llevaría a aquellos lugares donde pueda tomarte fuerte de tu mano, llevarte hasta mi siempre que quisiera darte un tierno beso en tu rostro... el cual me atrevo a comparar como el cuadro jamás pintado por el mejor pintor jamás existido.
Que te llevaría a nuestro lugar preferido, que te vería en la oscuridad de la sala solo para tener en mi mente tu sonrisa durante todo el tiempo que estuviésemos sentados, que pondría mi cabeza en la tuya...
Que te tomaría de la cintura, tomaría tus brazos y no te soltaría jamás... que bailariamos ridículamente enfrente de la gente, viendonos... envidiandonos... Mientras te canto al oído tu canción preferida o la que quieras que te cante...
Que seré tuyo para siempre después de nuestro primer encuentro, que los labios solo te pertenecerian... que el corazón ya no es mío, que sin darte cuenta te lo guarde en tu pantalón y te lo llevaste sin darte cuenta.
Todo lo que he pensado que haríamos juntos hasta ese día...
Hasta ese día donde la vida se nos ponga de nuestro lado, dónde te encuentre y me mires... y sepa que me quieres sin decírmelo.
Hasta ese día donde pueda verte de frente, directo a esos hermosos ojos que me llenan de alegría y de luz...
Hasta ese día donde finalmente te encuentro no solo en mis sueños, si no en mis brazos...
Hasta ese día donde pueda ofrecerte el dichoso beso, y sepas... que soy eternamente tuyo.
