u n o

343 20 7
                                    

U n o

Carolina es como me llamo.

Pulsé el timbre y esperé a que abrieran.

-Hola, soy Kellin. El nuevo vecino del apartamento del frente y… -estúpidamente mordí mi lengua quedándome mudo cuando vi a la chica que estaba enfrente de mi. Suponía que era la hija de la vecina, o que se había independizado pronto. Era rubia y de ojos verdes oscuros, sus labios rojos como el carmín y su tez perfectamente morena como si aun siguiera siendo verano. Iba vestida con una bata… solo con una bata; por mi suerte o desgracia, no se le veía nada porque estaba atada a su delgada cintura.

-Carolina.- sonrió de una manera nada inocente.

-¿Cómo?- pregunté sin entender.

-Carolina es como me llamo- se acercó a mi oreja-. Y también es el nombre que gemirás esta noche cuando te masturbes.

-¿Qu-qué estás diciendo? Tengo novia, una chica preciosa, de un cuerpo de infarto y más grande que .- dije resaltando el “tú”.

Y era verdad, tenia una novia. Pero tengo que admitir que la muchacha era más bella que mi novia.

Kellin, es una niña. No pienses eso, no te fijes en ella en ese aspecto. Ambos nos conocemos, sabemos de lo que somos capaces de hacer por una chica bella. Eres un hombre maduro, ella una adolescente con las hormonas alborotadas. No querrás ir a la cárcel por pedófilo, ¿verdad? O aún peor, por pederasta. Y no olvides que ya estás prometido con otra chica, tu novia que dentro de unos meses será tu esposa.

 

¿Acaso estoy preparado para el matrimonio? Quiero decir, aún soy joven para ataduras de tan gran aspecto. No quiero estar atado con esta edad. Tendría que cancelarlo todo. Así podría disfrutar más de la vida… y con suerte de la chica despampanante que esta delante mío.

¿Pero qué estas diciendo? ¿¡Estas loco!? ¡Piensas como un joven adolescente! Eres un hombre, Kellin, y sí, estás preparado para casarte. Has estado enamorado de ella desde la infancia, no lo olvides.

Enamorarse es muy complicado, y quizás estoy pensando que siento amor cuando solo es atracción.

¿Una atracción que dura más de cinco años?

Decidido, no voy a casarme.

No voy a permitir que hagas eso Kellin. Debes casarte y formar una familia con Katelynne como planeasteis tú y tu novia a la que amas. Eres un hombre, solo estás pensando con el pene. Esta noche veras las cosas con más claridad, créeme. De momento, no hagas ninguna estupidez. Y por favor, deja de pensar con el pene.

-Eso ya lo comprobarás esta noche, Kellin.- dijo ella y cerró la puerta en mis narices.

La sonrisa que me dio mientras cerraba la puerta me afirmaba que ella quería jugar conmigo, no sé a qué; pero ya había empezado el juego.

Esa misma noche…

-¡Ah! ¡Carolina!- escuchaba los gemidos provenientes del piso de mi vecina.

            -Cariño, por que no…- dijo Katelynne, ya sabia a que se refería. Obviamente, no me negué.

           

            -¡Carolina!- grité justo en el momento del clímax.

            Mierda, mierda, mierda, mierda…

 

            -¿Cómo has dicho?- dijo Katelynne enfadada.

            -Katelynne- intenté sonar convincente-. Como en todas las veces que lo hacemos. ¿Qué te ocurre cariño?

            -Pensé que habías dicho… perdón, seguramente han sido solo imaginaciones mías. Te quiero.- dijo besándome en los labios.

            -Te quiero.- dije besándola otra vez.

            Pero mientras la besaba pensé que era Carolina. Me separé un instante para hacer desvanecer esa imagen de mi cabeza. Tardó unos instantes en salir del todo esa imagen de mi cabeza.

Cuando ya no la vi más, seguí besando a Katelynne.

A las dos de la mañana fue cuando decidimos ir a dormir, pero entonces volvieron los ruidos de muelles de la cama, los golpes en la pared, y los incesantes gemidos por parte del novio de Carolina. Era raro solo escuchar gemidos masculinos y ningún gemido femenino.

Él no es lo suficientemente hombre como para complacerla. Quizás tendría que enseñarle como un verdadero hombre hace un buen sexo.

¿Qué te he dicho? ¡Que dejes de pensar con el pene! Además, tú no vas a hacer nada con tu vecina la adolescente. ¿Te a quedado claro, pensamientos de adolescente en celo?

 

Lo que tú digas.

¿Enserio tengo que soportar estas discusiones de mi mismo? ¿Qué es eso de adolescente en celo? Pensé que ya había acabado con esos pensamientos cuando maduré. Supongo que serán los pensamientos maduros y los pensamientos de adolescente.

Un aplauso, por favor. Te mereces un premio por el alto nivel de inteligencia.

Esta vez, estoy de acuerdo contigo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 30, 2014 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Carolina; quinnDonde viven las historias. Descúbrelo ahora