-Love me or Leave me-

Capitulo Uno

-Capítulo Uno-

Salía de su casa directo a la Universidad, una de las tantas que se encuentra en USA. En el cual su padre junto a su madre le ofrecían el pago de esta. Hace dos años que Briana tenía el placer y la gratitud de poder formarse para su futuro en la UCLA, una universidad líder en Los Angeles, cursando el tercer año de la carrera de arquitectura y diseño urbano.

Siempre tuvo intacto el talento de dibujar y hacer maravillas con solo un lápiz y un papel. Y hace tres años podía convertir uno de sus hobbies en un trabajo futuro del cual poder sustentarse.

Después de veinte minutos de viaje en bus, llegó a la Universidad y pudo divisar en una de las entradas del campus a Augusto, su novio. Al verlo camino hacia él con una sonrisa.

-Hola, mi amor!. Cómo estas?.- Pregunto la chica dejando un suave beso en la mejilla del oji-marrón.

-Bien, y vos?- Algo cortante contestó Augusto mirando su celular.

-Bien...pero, qué pasa contigo?- con suavidad volvió a preguntar, pero el chico no contestó solo le hizo un ademán con la mano como restando importancia.

Briana decidió no decir nada más, porque se percató de que su novio no estaba en sus mejores días. Entonces decidió despedirse de él con un suave movimiento de cabeza, pero el chico ni siquiera le prestó atención.

Esa fue la señal que hizo despertar a la chica de que su relación no estaba en buen momento.

Durante las clases, Briana pudo olvidarse de la extraña actitud mañanera de su novio, y ya casi al final de la última pudo pensar que tal vez su relación estaba entrando en la odiosa monotonía. Se dijo a sí misma que tendría que cambiar un poco su rutina y tambíen hablar con su novio. El hecho de pensar en terminar su relación no le hacía sentir muy bien.

Ya saliendo del aula, se cruzó con Ariana, una de sus amigas.

-Bri!. Ya te vas?- Pregunto la castaña clara.

-Si. Quiero hablar con Augusto antes de ir al trabajo. No lo viste por ahí?.- Consultó la chica a su amiga.

-No no.- contestó acompañado con un movimiento suave de cabeza.

Las dos se despidieron y Briana salió en busca de su novio. No quería irse a trabajar sin antes hablar con él. Lo llamó al celular pero el jóven no contestó.

Saliendo del edificio dispuesta a irse, pudo observar la figura de Augusto a unos cien metros aproximadamente.

-Augusto!- Grito para que él la oyera. El chico giró sobre su propio eje para prestarle atención. Cuando él hace este movimiento, la chica puede observar que su novio no estaba solo, sino que enfrente de él estaba Micaela, su ex novia. La cual Augusto aun seguía queriendo. Pero Briana no le mostraba mucho interés. Ella sabía bien lo que Micaela significaba en la vida de su novio, pero trataba de no hacerse la cabeza, ella no era ese tipo de chica. Ella confiaba en su chico, y además de que estaba locamente enamorada de él desde hace más de dos años.

-Qué pasa?- Respondió Augusto. Mirando a Briana no muy feliz.

-Hola Mica- Saludo la simpática chica a la ex de su novio- Tanto tiempo sin verte- Continuo.

-Briana- Asintió con la cabeza la rubia- Si, estuve algo complicada y no pude venir- Termino de responder.

-Ah ok- cortó la comunicación la castaña. Dirigiéndose a su novio le pregunto- Podemos hablar?- En tono suave

Augusto le dio la espalda para poder despedir a Micaela. Una vez que estuvieron solos, el chico volvió a girarse y se encontró con la mirada perdida en el suelo de su chica.

-Qué pasa?- Volvió a preguntar.

-Nada, solo que me estoy yendo a trabajar y quería saludarte. Y quizás preguntarte si queres venir a mi departamento una vez que salga- habló con timidez Briana.

-No lo sé. Tengo un examen en cuatro días y estoy un poco atrasado- Dudando termino de responder.

-Esta bien. Entiendo- sintiéndose mal y no tratando de mirarlo, Briana le respondió.

-Nos vemos mañana, entonces?- Preguntó con un poco de esperanza de que su novio se diera cuenta del dolor que le causaba su rechazo.

-Es mejor- Contestó el muchacho tratando de evadir la culpa que sentía por hacerla sentir mal. Dejando un casto beso sobre los labios a la chica, se fue sin más. Dejando un sabor amargo en los labios carmesí de Briana.