𝑰𝑿

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Jeongyeon miraba a la chica que tenía al frente, su cálida mano sostenía la contraria.

一Jeongyeon, siempre que salimos no paras de tocar mis manos, ¿Tanto te gusto?一 Yoo sonrió.

一lo que más me gusta es ver tus preciosos ojos...一 Jeongyeon miró a la chica con una sonrisa coqueta.

一no lo digas一

一adoro tus ojos, ojitos一 Jeongyeon sonrió, veía como las adorables mejillas de su pareja empezaban a sonrojarse, ese ligero color carmesí se veía precioso.

一Jeongie, ¡No me llames así!一 la rubia hizo un puchero, Jeongyeon tomó su mano y la besó con sumo cuidado.

一está bien, JiJi一

一¡Solo di Jihyo!一 Jeongyeon rió, amaba que su amada actuase así.

一está bien... Jihyo一 las dos rieron, al terminar de comer salieron del local.

Ahora Jeongyeon era una cirujana, dueña de su propio hospital, casada con una profesora de física de una secundaria privada.

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