Delirios de un escritor

Primer delirio

1

Habitación deshabitada, oscura y sola. Un pequeño despacho destellaba por la suave luz de aquel bobillo en una esquina. Allí estaba aquel joven hombre. Abatido y desamparado. En el ambiente estaba un claro olor fuerte. Hierbas y botellas de alcohol.

He recibido la peor de las noticias – Paso por su mente tal diálogo corto. Lágrimas en abundancia salían de sus parpados. A juzgar por su condición, realmente estaba dolido.

Puesto que... 

La mujer que tanto amó de chiquillo 

y que aún siente dicha pasión,

 se casa el día de hoy por la tarde.

Hundido en la miseria y desesperación se refugia con su más entrañable amiga, la soledad.

Aquella joven mujer aún sigue encendiendo sus más puros deseos de poseer la. Piel delicadamente morena. Cabello de un marrón escuro brillante. Cada riso refleja magníficamente su encantador rostro tan puro y lleno de vida. Sonrisa coqueta sin ser exagerada. Aquellos dos lunares en su nariz, uno del lado izquierdo y el otro, del lado derecho. La hacían para él, una mujer genuina mente especial. Algo había cambiado, ahora usa gafas. Negro en frente y naranja suave hacía atrás. Cuerpo simple, ni mucho ni poco. Su figura era un problema para ella, pero, los versos y cariño que salían de mi corazón ocasionaba que, me ganase las mejores de sus sonrisas.

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Esa mujer me vuelve loco.

Electrifica cada sentido de mi vaga y moribunda alma.

Hoy le digo adiós.

Aquella noche antes de su casamiento la volví a ver después de años pasados.

Estaba aún más hermosa de lo que pudiese recordar.

Sus ojos conectaron con los míos como un perfecto rompecabezas.

Trabaja en una pequeña tienda de vestidos de novia.

Entré en dicho lugar para recoger un encargo de una colega.

Y allí estaba ella.

Probándose un vestido que se adhería tan perfectamente sofisticado a su cuerpo.

Ella volteo creyendo que estaba sola.

Y ahí, en ese mismo momento. Supe que jamás dejaría de amarla, incluso, si llegase a despedirme de este mundo. Mi alma que descansará en paz, velará por tal radiante y magnífica mujer.  

Continuará...