8 ˡᵉᵗᵗᵉʳˢ | ᵛᵉʳᵏʷᵃⁿ

ᵉⁱᵍʰᵗ ˡᵉᵗᵗᵉʳˢ

—Te amo —dije mientras me acercaba para besarlo.

Su sonrisa fue desapareciendo de a poco, rápidamente se alejó de mí y me susurró un suave "lo siento", como siempre. De manera inmediata mis ojos comenzaron a picar, avisando que alguna traviesa lágrima caería pronto; estaba tan cansado de esto.

Desde que nos conocimos Hansol demostró ser un chico muy serio y reservado; aunque conmigo en todo momento se comportó como un caballero, cosa que me hizo amarlo. Me enamoré tan profundamente de ese hombre que hasta podría llegar a decir que amaba casi todo de él, desde sus tímidas sonrisas hasta sus extrañas manías; no obstante, había algo que yo nunca podría amar, y ese algo era la actitud que tomaba cuando me escuchaba decir "te amo".

Llevabamos tres años juntos, y nunca había escuchado un "te amo" de su parte, y eso, de algún modo me había creado una gran inseguridad.

Me hacía sentir tan confundido porque en todo el tiempo que habíamos estado juntos siempre había sido muy atento conmigo, me besaba con delicadeza y me consentía muchísimo; sin embargo, sólo bastaba con que me escuchara decirle "te amo" y toda su actitud cambiaba. Su mirada se volvía seria, y en sus ojos se podía ver la incomodidad. Actuaba distante y con frialdad, se aislaba por completo hasta que lograba calmarse y ahí volvía a ser el mismo hombre dulce del que me enamoré.

Nunca pude comprender el porqué de su actitud, pero la verdad, ya estaba harto de ser desplazado de tal manera. Me sentía fatal cada vez que se comportaba de dicha forma y, con sinceridad, ya no estaba dispuesto a soportarlo más, así que decidí enfrentarlo.

—Hansol —le llamé, al instante escuché como gruñía en respuesta, dándome a entender que estaba escuchandome—. Hansol, mirame.

—¿Sucede algo? —preguntó con un tono llenó de confusión, yo sólo asentí mientras me dedicaba a mirarlo a los ojos.

En ellos estaba ese brillo particular que sólo salía a relucir cuando me miraba. Me sentía tan confundido, soló quería respuestas. Después de un rato de sólo estar mirando los ojos de mi novio, tratando de buscar alguna explicación a su comportamiento y fallando en el intento, lo besé. Uní nuestros labios en un lento beso, de esos que son tan lentos que te roban el aliento al final. Ambos nos sumergimos en una burbuja de amor, una donde sólo existiamos él y yo; sólo Chwe Hansol y Boo SeungKwan.

—Te amo. . —dije al separarnos, en seguida pude sentir como todo su cuerpo se tensaba y la sonrisa que tenía se borraba; trató de alejarse, pero lo detuve—. Hansol, de verdad te amo.

—Kwan, por favor —susurró mientras giraba la cara hacía otro lado, tratando de no cruzar miradas conmigo.

—Dime, ¿qué es lo que sucede? —pregunté, ya no podía seguir dejandolo pasar—¿Acaso no me amas? —tomé su rostro otra vez— Hansol, ¿qué sientes por mí? Dímelo, por favor.

—SeungKwan, basta —podía sentir como el ambiente empezaba a llenarse de tensión—. ¡Esto es estúpido! —dijo casi gritando y ese fue mi límite.

—¡Hansol, estoy harto! —Grité con fuerza— Llevamos tres años, maldita sea, tres años juntos y nunca me has dicho que me amas, ¡ni una sola vez! —reclamé mientras sentía como mi alma se partía en pedazos— Lo peor es que, cuando yo lo digo tú sólo me rechazas—las lágrimas ya estaban bajando—. Parece que te asqueara que te diga que te amo, ¿acaso sientes asco?

—¡Joder, no! —gritó él, mientras me miraba fijamente— Sólo es una estúpida palabra, ¿por qué te afecta tanto?

—¿Crees que esto es solamente por la palabra? —pregunté mientras reía con amargura, aún con lágrimas resbalando por mis mejillas—Esto se trata de tí, y de los muros que te empeñas en construir a tu alrededor cuando quiero entregarte mi amor —me sentía derrotado—. Se trata de que no has tenido la confianza suficiente para decirme qué te ocurre.