EL SUEÑO DE UNA FUJOSHI

El descubrimiento

Ya me había saltado varios juegos para educación física, diciendo que me dolía la cabeza y también diciendo que estaba menstruando., Me dio vergüenza decirle al profesor eso pero le dije con una amiga más, todo era mentira obvio, sólo tenia que poner mi cara de dolor y molestia y le profesor se lo creía; tampoco no es que me gustaba mentir lo hacia por que tenia fobia, pero esa fobia era la que me ayudaría a descubrir mi verdadero yo.

Esta vez ya no había escusas así que debía jugar si o si, además que el profesor se dio cuenta que algunas se iban a tomar agua y ya no regresaban; así que para mi mala suerte debía jugar si no me tomaban como inasistencia. Nos dividieron

en dos grupos y empezó el juego:

-Saca- el otro equipo

-esta es mía, !toma!- Tati de mi equipo

-Fernanda es para ti- ella contesta y me lanza hacia mí, yo estaba asustada así que no conteste deje que la pelota cayera al suelo, los de mi equipo se molestaron un poco.

-Ariel, solo te pedimos que contestes- dijo Susana

-Es que yo no se jugar

-Ya si en esta ronda no contestas te sientas a descansar y entra la que esta sentada.

-Okey, trataré- quería que mi miedo sea mas pequeño y solo rogaba que otros contesten por mi, y así fue pero en una de esas el balón vino directo hacia mí,

-¡Ariel contesta, esa es tuya!

Estaba perdida mi mente divagó otra vez, así que la pelota cayó en mi cabeza, y caí al suelo. En ese momento sentí mucha paz y euforia, todo pasaba tan lento a mi alrededor, que ni sabia donde estaba. Mis ojos solo miraban al cielo, entonces tuve una revelación, vi a dos jóvenes tomados de las manos pero que transmitían amor mas allá de la amistad. Toda mi atención estaba en ellos.

El profesor tuvo que cargarme y llevarme a la enfermería, cuando casi ya recuperé la conciencia mi mamá estaba allí, estaba molesta, lo cual yo no entendía y me dijo gritando:

-¿te estas drogando?

-¿qué? no podía creer lo que me decía-

-¡Contesta! ¡ Tus amigos le dijeron eso al profesor, ahora te tienen que llevar hacer las pruebas si es cierto o no!

-Pero mamá... eso nunca lo haría, por favor tienes que creerme.

-Desde el principio sabia que me traerías problemas, porque no tuve un hijo hombre, fuerte y no débil de mente y cuerpo como tú.

Mis lagrimas empezaron a caer, se me vinieron a la mente todos los recuerdos cuando mi mamá le decía exactamente eso a mi papá. Y desde ahora empecé a creer que mejor hubiera nacido hombre.