En Mil Pedazos ~PT.1~

CAP.9

Payton.

Entramos a la casa, hay gente hablando con familiares y bebiendo vino de sus copas en manos. Mi mirada recorre todo el lugar en busca de mi padre.

–Hola –la voz de T/n llama mi atencion volteado a quien le habla, Liam baja las esclares para luego plantarse enfrente a nosotros.

Liam voltea sonriente.

–Hola... –me echa una mirada despues vuelve a ver a T/n– Si vinieron.

–Si.

Se acerca a ella a abrazarla.

–Estás bellísima t/n –susurra, este cree que no lo escucho.

–Gracias –dice recibiendo su abrazo.

Deja de abrazarla, me ve y pone sus manos dentro de los bolsillos de su traje.

–Te ves bien cuando te bañas.

Solo observo callado, me extiende la mano, acerco la mano estrechandola con la de el.

–Que elegante recepción.

–Si... Es hermoso –me voltea a ver, su mirada esta oscura pero cuando vuelve la mirada a mi T/n, le brillan los ojos–... Ya somos hermanos.

Mi padre es el rector de la universidad, la madre de Liam es la vicedirectora, conocio a mi papa y empezaron a salir, hasta el momento quieren unir sus vidas, haciendo que Liam y yo nos hagamos hermanastros.

–Si –muestro seriedad.

–Debes de estar feliz de que tu mamá y Jake

Jake es mi padre.

–Si... Lo estoy... –sonrie– Disfruten la fiesta.

Se va.

***

Entrelazo los dedos de las manos con las suyas, caminamso a al patio de la casa.

La sigo, ella para en una mesa de postres.

–Que rico se ve.

Observa con cautela los postres de aquella mesa.

Me acerco a una mesa, T/n me sigue y se pone nfrente mio, apoyandose en la mesa. A lo lejos veo a Karen y a mi papa

–Es Payton –leo sus labios, vienen hacia nosotros.

–Miren nada más –con una sonrisa en su rostro– Que gusto verte.

Se acerca mi.

–Igualmente.

–Tú debes ser T/n –la señala.

–T/n –hablan coincidiendo en lo que dicen.

–Soy Karen la mamá de Liam –estrecha la mano con T/n.

–Es un gusto conocerla.

–El gusto es mio

Sonrie.

–Felicidades –los felicita.

–Gracias –suspira– Gracias por haber venido.

–Felicidades.

Sonrio con la boca cerrada.

Llega mi padre alado de Karen, me acomodo en mi lugar y me matengo firme.

–Gracias por venir –me mira, y me sonrie–. Me hace muy feliz que estás aquí hijo.

Solo lo miro.