Percy Jackson y El ladrón del rayo || Percy Jackson || [EDITANDO]

PRÓLOGO

¿Había tomado la decision correcta?

Esa pregunta recorria su mente sin descanso, tal vez solo fue un impulso del momento, un golpe de valentia que se dio por el simple hecho de evitarle el mismo destino que el suyo, cuando el oraculo le anuncio la profecia creyo haber sabido lo que significaba pero estaba equivocada, las cosas no son lo que parecen y según las palabras de Quirón no todos deben tener toda la información.

Tal vez tenia razón.

"¿Qué haces?" una voz firme a su espalda hizo que se removiera incomoda por unos segundos.

"Detesto las reuniones anuales del consejo por el solsticio." comentó en calma "Se supone que aqui puedo estar en paz, libre de las peleas de quién es mejor que el otro."

Admiraba la vista que le brindaba el balcón del templo, era tranquilo y solitario, un lugar donde podia perderse en sus pensamientos y no tener noción de como pasaba el tiempo, era su lugar favorito y nadie podria quitarselo.

"Me preocupe al no verte. ¿Como te sientes?"

"Viva."

Y no era para menos, ella estaba viva y lo estaria por mucho más.

"Fue la decisión correcta." aseguro la voz, aunque ella no había dicho una palabra sabía perfectamente a qué se referia.

"Lo sé." admitio ella mirando sus manos " Pero no puedo evitar pensar..."

"Si sigues haciendo eso, el resto de tu vida la pasaras lamentandote y sintiendote miserable."

"¿Asi no deberia sentirme siempre?" pregunto volteando para al fin verlo.

La seriedad en su rostro era en su más humilde opinion algo repugnante, él jamás estaba serio, la sonrisa y las bromas siempre estaban en su persona pero justo en ese momento sus labios formaban una firme linea demostrando su molestia.

"Eres demasiado dura contigo misma."

"Debo de serlo, solo así todo irá de acuerdo a lo planeado." informo ella volteando a verlo. "Que pasara si-"

"Si ocurre entonces debemos estar listos." las palabras de Apolo hacian eco en sus oidos "Debemos entrar."

"¿Por qué?" cuestionó borde, no quería irse de ahí quería sentir un poco más de paz por lo menos unos cuantos minutos.

"Padre solicita tu presencia de inmediato. De inmediato." frunció el entrecejo confundida.

Eso era algo que con frecuencia no ocurría, eran muy pocas las veces que su padre pedía verla y las veces que sucedía podía contarlas con los dedos de una sola mano. Si él pedía su presencia solo debía significar una cosa.

"¿Que ha ocurrido?" Cuestionó al dios.

Apolo dudaba si decirle el motivo por que el cual la llamaban con urgencia, su padre había sido muy claro con sus indicaciones, sin desvíos.

"Debemos apurarnos." al terminar esa simples palabras, los rayos se hicieron presentes con demasiada fuerzas.

"Algo realmente malo debió ocurrir." analizó ella siguiendo al dios que caminaba a toda prisa hasta el salón del trono, en dónde anualmente se celebraba el solsticio.

A cada paso del camino solo podía pensar en la peor de las situaciones, a medida que avanzaban sentía que la sangre desaparecía de sus venas y su corazón latía con mucha fuerza, recordaba haber visto a lo lejos, mientras se dirigía al balcón principal, a los campistas anuales del campamento; todos acompañados de Quiron y emocionados por estar ahí y tal vez poder ver a sus padres aunque la sonrisa no les duró mucho tiempo, el centauro a su lado trataba de calmarlos mientras se aseguraban que estaban todos para poder dar inicio a la excursión, las palabras que él repetía eran: <<Todos cálmense, la excursión a dará único en breves, es el deseo de los dioses continuar con su reunión y revisar los múltiples puntos a tratar en este solsticio por lo que no deben ser molestados>>.