Capítulo 3:

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Me duele sólo ser tu diversión…

Estaba impaciente esperando un mensaje o alguna llamada de Zayn, pero parecía que lo de que quería volver a verme era mentira, trataba de calmar mis ansias de que me llamara, pero era inevitable, al fin me había notado, y sí, era sólo para sexo, pero sé que conseguiría enamorarlo, si después de unas semanas no muestra el menor interés lo olvidaré todo y me alejaré. Por el momento iría al gimnasio a distraerme.

***

Después de un par de días de desesperación, Zayn me llamó, traté de calmar mi emoción y esperé un momento para contestar, quería aparentar que ni siquiera recordaba que me llamaría.

-¿Hola… Zayn?- Fingí sorpresa.

-Hola Niall- Me saludó con su voz voz tan sensual y ese acento inglés que me derretía.

-Y… ¿ a qué se debe el honor de tu llama?- Quise sonar galán, aunque obviamente ambos sabíamos a qué se debía su llama.

-Pues… estaba pensando que talvez podrías venir a mi casa y… charlar, si quieres- No lo podía creer, Zayn no sabía qué inventarse para que fuera a su casa, tuve que esforzarme para no descojonarme allí mismo pero lo logré.

-Emm… claro, dame tu dirección

-Ok, anota…

***

La casa de Zayn estaba algo lejos de la mía así que tardaría en llegar, me cambié la ropa. Me puse unos jeans que me quedaban perfectos; resaltaban mi trasero sin que fueran tan ajustados, una camiseta que dejaba al descubierto mis trabajados bíceps, un parte de mi pecho, en donde se asomaban uno que otro vello, unas supra y una gorra.

Tomé mi billetera, las llames, mi celular y salí de mi departamento hacia mi auto, rumbo a casa de Zayn.

Ya comenzaba a oscurecer, pensaba en cómo sería su casa, porque la dirección que me dio es de un residencial muy exclusivo, la verdad me sorprendió. Supongo que sus padres tienen dinero, pues iba a la escuela en nada más y nada menos que una moto Yamaha Chopper, que a decir verdad complementaba su aire de chico malo.

Al fin llegué a la dirección que Zayn me había dado, me sorprendí aún más, su casa era preciosa, no era tan grande pero tampoco se podía decir que era chica, tenía una entrada con forma de arco y en el centro de éste un pequeño jardín. La casa de dos pisos tenía un estilo moderno muy simétrico de color blanco, entre la segunda planta y la primera había una franja de medio metro de un color marrón, tenía ventanas corredizas y en frente había dos pilares que iban desde el suelo hasta el techo, formando un pequeño estacionamiento. La iluminación hacía que todo se viera… mágico. En el costado izquierdo de la casa se encontraba un pequeño garaje, allí estaba su moto y un Chevrolet Camaro de color negro, ¿Acaso su padre era un narcotraficante o algo por el estilo? Si esa era la casa de de Zayn, no podía imaginar cómo era la de sus padres.

Dejé de admirar la casa y apagué el auto. Llamé a la puerta y unos minutos después ese moreno que me volvía loco apareció frente a mí, con una playera blanca y un jeans negro, y el cabello aun mojado, aspiré su aroma un segundo, Dios, era tan embriagador, podría ser mi nueva droga.

-Hola… -Interrumpió mis pensamientos –Pasa.

Entré y por poco se me cae la mandíbula al suelo, su casa realmente era… no podía explicarlo, estaba ordenada, muy limpia. Tenía el mismo estilo moderno de afuera; en las paredes había uno que otro cuadro, muy lindos, y todo eso tenía un toque masculino que decía en mayúsculas ‘ZAYN MALIK’.

***

-Bueno… ¿De qué querías hablar?

-Pues… ¿De qué crees tú?- Me volteó el juego, alzando una ceja. Dios si sigue así no me aguantaré y acabaremos follando por toda esta casa.

El de la mala suerte.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora