Como cualquier sueño que se tiene desde pequeño puede no convertirse en realidad. Las cosas cambiaran para Raúl y lo llevarán a la realidad en un par de noches.
Hace muchos años, un hombre salía de su trabajo algo tarde; eran las 11 de la noche y solo pensaba en las cosas malas que podían sucederle, porque nunca se había quedado hasta muy tarde. No imaginaba que justo ese mismo día se encontraría con una mujer radiante, ojos color ceniza y cara de ángel, por error. Él había esperado ese momento, pero no para ese día, sino muchos años atrás.
Raúl tenía 32 años, con una familia consolidada y un hogar lleno de amor. Contaba con un trabajo estable y muy bien pagado pues sus jefes lo habían ubicado como administrador en la empresa después de tantos años de trabajar como contador. Muchas veces Raúl no llegaba a tiempo a su casa y encontraba a sus hijos dormidos mientras que su esposa esperaba por él para ir juntos a la cama.
Era noche cuando un día Raúl salía de su trabajo, estuvo esperando carro por un gran momento, cuando se le apareció un Señor en taxi amarillo, paró frente a Él y cuando lo vio, salió a toda velocidad. Raúl se preguntaba por qué se fue así; No sabía si caminar o seguir esperando al siguiente taxi,así que mejor comenzó a caminar hasta las tres siguientes cuadras. Desde que emprendió su caminata Raúl sintió una presencia anormal, y unas gotas de lluvia que daban aviso a una gran tormenta. Caminó unas dos cuadras cuando se dio cuenta que alguien lo perseguía. Su corazón palpitaba fuerte y muy rápido, no sabía qué hacer, no había la cantidad de personas esa noche como cuando en la mañana salía atrabajar.
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Cuando se dirigía a la tercera cuadra se encontró con unas personas que tomaban alcohol, estaban fuera de sí mismos. Raúl quiso meterse entre ellos para pasar desapercibido, y cuando lo hizo espero para ver quien le perseguía no vio a nadie, solo alcanzó a divisar un pequeño bulto de funda de basura que por el viento lo había arrastrado hasta donde él estaba. Raúl se quedó pensando y queriendo encontrar la razón de lo que había escuchado desde hace unas cuadras atrás, y no estaba seguro de que era una simple funda de basura sino algo más. Al ver que solo era eso, decidió volver a su camino y seguir hasta una cuadra más para llegar hasta donde vivía su amigo Felipe.
Aún no llegaba cuando Raúl claramente pudo sentir que alguien llamó por su nombre, miro atrás, luego a los lados y vaya sorpresa, no era nada. Sintió un poco de temor, era la primera vez que se sentía intimidado y con mucho temor. Siempre había enseñado a sus hijos a no temerle a nada ni nadie, que no deben mostrar miedo, pero justo en ese momento Raúl sentía todas esas emociones. Siguió avanzando cuando giró su cabeza y notó a alguien esconderse entre los arbustos cuando él lo vio; No sabía si acercarse para ver que era, pero mejor siguió adelante porque ya le faltaba poco para llegar.
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Cuando llegó a la casa de su amigo Felipe, tocó el timbre y en unos minutos le abrió la puerta. Al entrar, pudo notar que Felipe estaba algo raro, había bebido mucho y se había hecho unos cortes en su brazo. Raúl lo ayudó a sanar sus heridas y pidió que lo deje quedarse esa noche porque no podía volver a su casa, Felipe algo inconscientemente pero con un poco de razón, le dijo que Sí. Raúl se iba a dormir, pero antes de eso, prefiero dejar ordenando algunas cosas que su amigo había dispersado en toda la casa; se puso a barrer, a limpiar y a lavar los platos. Cuando estaba acomodando los platos, Felipe notó que alguien pasó por fuera de la ventana a toda velocidad, en ese instante llamo a su amigo pero no lo escucho porque estaba en un sueño profundo. Salió paso a paso de la cocina y tratando de no hacer ruido hasta la sala para ver si algo podía ver, pero no. Se apresuró en ir al cuarto y tratar de dormir.
No pudo dormir en toda la noche, quería saber qué era lo que andaba detrás de él todo el tiempo. Se puso a pensar en si alguien le haría daño, pero recordó que él no había buscado pleitos, ni peleas con nadie, que era un hombre de bien. Estuvo con esos pensamientos hasta el siguiente día. Cuando amaneció salió del cuarto en busca de su amigo para darle las gracias, pero él no estaba, había salido a andar en la calle como todos los días. Así que le dejo una nota agradeciéndole. Cuando fue al trabajo, y luego en horas del almuerzo, pasó por el área de operaciones y como estaba al mando de la administración pidió ayuda para revisar las cámaras. Cuando tuvo acceso a éstas, se dio cuenta que era alguien encapuchado y vestido de negro completamente y no podía ver si era hombre o mujer.
Espero hasta que anocheció y poder desenmascarar a esa persona. Cuando salió de su trabajo muy tarde ya, quiso repetir cada escena del anterior día para ver si sucedía lo mismo. Se colocó su chaqueta, se sujetó bien los pantalones y se puso a caminar. Nuevamente sintió esa extraña sensación de alguien persiguiéndolo, pero más adelante Raúl puso una trampa, se vistió de alguien más cuando una pareja de esposos pasaron a su lado y espero en la oscuridad para al fin saber quién era esa persona. Se escondió más en la oscuridad cuando vio que se acercaba aquella persona desconocida, espero que se adelantará, y en ese entonces salió corriendo e intento ahorcarla, cuando escuchó su voz no pudo contenerse las lágrimas. Espero a que se levantara y mientras lo hacía él se llenó de coraje y le pedía que se fuera, y cuando estuvo totalmente de pie, alzó su mirada y con sus ojos también llenas de lágrimas, le pidió perdón.
Esa persona era su madre. Lo había seguido por mucho tiempo esperando hablar con él. Tenía su rostro demacrado por tantas heridas y cicatrices de la vida. Raúl la había visto por última vez cuando tenía 12 años y desapareció con otro hombre y con otra familia. Raúl había vivido y sentido tantos golpes, pero nada de eso lo detuvo, encontró razones por luchar. Esa noche vinieron tantos recuerdos a su mente, y pidió a su madre que no volviese a su vida ni mucho menos a su hogar, porque había encontrado la felicidad a precio de muchas cosas. Su madre se fue, Raúl llegó a su hogar, y corrió a los brazos de su esposa, y de su familia que había construido con amor. Al día siguiente ya consciente de la situación y contando a su esposa lo que había pasado, pues eso solo había sido su imaginación o su cerebro no estaba funcionando bien, porque varios años habían sido desde que su mamá se fue de su vida y que la habían enterrado.
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