Zarcos [Vegulma]

Capítulo 2

Capítulo 2| Inspiración.

—No, lo que pasa fue que llegaste muy temprano, mi producción fue a comer un poco, ¿te apetece acompañarme a comer algo?—Pregunto nerviosa ante la posible respuesta.

—Parece que si llegue muy temprano, necesito hablar con la diseñadora y encargada de todo esto—Mencionó aquel hombre, mirando a todas direcciones.

—¿Eh? Soy yo, Bulma, Bulma Briefs—Sonrió mientras daba la mano para presentarse.

—Vegeta, Vegeta Ouji—Estrecho su mano y sonrió.—Creí que eras la asistente—Soltó una risa, cosa que ella no le agrado.

—¿Qué? ¿Cómo que asistente? ¿Acaso no me conoces?—Comenzó a elevar su tono de voz, cada vez más molesto.

—Tranquila, ¿te invitó a comer?—Abrió la puerta para que ella pasará.

—Esta bien, vamos, mientras me cuentas un poco de tí—Sonrió y camino hacia fuera.

Llegaron a un restaurante cercano, se sentaron en una mesa para dos personas y pidieron sus almuerzos.

—¿Y dígame Vegeta, qué lo inspiró a ser modelo?—Pregunto mientras miraba detenidamente su rostro, un cejó fruncido que parecía estar ahí aunque el no estuviese molesto.

Muchas ideas comenzaron a pasar por su cabeza, ¿Y si le molesto mi pregunta? ¿Y si ya no quiere participar? El carraspeo que el hizo la saco de sus pensamientos.

—Háblame de tu, y no es que me guste del todo, desde pequeño mi madre me comenzo a meter en concursos de modelaje, no me agrada nada, pero lo único bueno es que no soy conocido del todo, si algún día quiero dejar de serlo puedo trabajar en la empresa de mi padre—Mencionó el hombre apuesto.—¿Y tu? ¿Qué te inspiró a ser diseñadora?—Pregunto, mientras ella veía la enorme cantidad de comida que él había pedido.

—La comida—La cara de él cambio a confundida.

—¿La comida?—Pregunto dudoso.

—¿Qué? No, no, no, digo, ¿cuánto pediste?—Señalo al mesero, el cual estaba batallando un poco con tantos platos.

—Eso no importa, ¿me dirás?—Ella asintió.

—Cuando era más pequeña, la ropa que estaba de moda no me gustaba, y me dije a mi misma "¿Y si diseño mi propia ropa?" Y así fue como me inspire a ser diseñadora—Sonrió.

—¿Y tienes pareja?—Pregunto él, un poco curioso, mientras veía como el mesero colocaba los platos en la mesa.—Insecto—Lo pateó por debajo de la mesa al notar como este le miraba detenidamente el escote a su acompañante.

—Si, estoy comprometida—Suspiro, sin embargo no es un suspiro de alguien enamorada, si no que era un suspiro de cansancio, o eso noto él, lo cual le provocó una enorme sonrisa.

[...]