La araña Itsy Bitsy

El comienzo

La primera vez que vio a Peter, Tony tuvo que hacer una doble toma. Había llegado tarde a una reunión y estaba cerca de su ingenio. Con un suspiro frustrado, se inclinó hacia delante para golpear impaciente contra la ventana divisoria teñida que separaba la parte delantera del elegante automóvil, desde la parte trasera. Happy estaba bien, cualquier cosa menos feliz  mientras presionaba el botón, activando el cristal deslizante. Tony se recostó contra el cuero caro, cruzando las piernas con molestia. "Encuentra un atajo, baja por el hombro, atropella a una anciana, no me importa. Solo llévame a esta reunión a tiempo". 

Happy hizo una mueca agria, pero asintió firmemente mientras encendía su luz intermitente para girar a la derecha en la luz roja. Estaba casi seguro de que cada ruta tomaría la misma cantidad de minutos, pero Tony era el tipo de persona que se satisfaría siempre que siguieran avanzando a una velocidad decente. El esfuerzo fue todo lo que tomó. Había sido un lema suyo desde el principio, y era uno que seguramente transmitiría a la mayoría de los padres de su comunidad. Esfuerzo. 

El esfuerzo fue suficiente para sacar a Tony de su depresión, ayudarlo a volver a ponerse de pie y convertirse en el gran hombre que era hoy. Por supuesto, su esposo Steve Rogers también tuvo algo que ver con eso. El hombre lo ayudó a venir a Jesús, como diría la mayoría. Excepto que Jesús era su tabú de los deseos internos. Desde su temprana edad adulta, Tony tenía una molestia en el fondo de su mente. Al principio, alejó sus viles pensamientos, continuamente día tras día. Lo llevó a buscar ayuda profesional, lo que solo fracasó cuando el terapeuta llorón intentó comunicarse con los funcionarios legales. Tony Stark no estaba enfermo, solo tenía ... diferencias. 

¿Estaba tan mal de su parte querer cuidar a otro en un nivel más profundo e íntimo? Tony no quería nada más que ser cuidadoso, pero una parte de él ansiaba algo más. Quería el control total sobre una persona. Hacerlos dependientes de él para cada cosa, desde comida, refugio, amor y mucho más. No estuvo tan mal de su parte, pero no lo supo hasta que entró en contacto con un caballero que le enseñó a aceptar esos impulsos.  

Juntos, los dos construyeron una comunidad especial, llena de las mejores y más ricas parejas de Nueva York que compartían los mismos intereses de Tony de formar una 'familia'. Toda un área, solo para ellos, con un centro comercial en el centro de la ciudad, dos guarderías, un hospital, parques, restaurantes, tiendas, lo que sea necesario para que su comunidad sobreviva y crezca. El dinero no fue un problema para los Stark, y mientras la compañía de Tony continuara creando armas y tecnología para el gobierno y los militares, con gratitud hicieron la vista gorda. 

"Sr. Stark, Steve está tratando de contactarlo". 

La voz sonó en su oído, lo que provocó que Tony dejara de soñar despierto. Estaban en el centro de una ciudad de aspecto destartalado, y Tony se había distraído brevemente por el borrón de edificios de ladrillo sucios. El multimillonario se aclaró la garganta, antes de decir con calma "respuesta". Inmediatamente su oído se llenó con la respiración agitada y trabajosa de su esposo. Tony se rió entre dientes, el brillo regresó a sus ojos una vez agitados. "¿Pensando en mi?" Él respondió juguetonamente antes de que su esposo pudiera pronunciar el primer saludo. 

Steve se echó a reír, y Tony sabía que por el sonido de su voz, su esposo había estado rodando los ojos. "No, en realidad. Acabo de terminar mis rutinas matutinas". Ah, sí. Todas las mañanas Steve se despertaba exactamente a las 6:00 a.m. para comenzar unas buenas horas de ejercicio antes de comenzar los días. Ambos hombres estaban constantemente ocupados, pero recientemente, los dos habían planeado abrir su horario para permitirles más tiempo libre. Se necesitaron tantos esfuerzos para poner en marcha la comunidad, que Steve y Tony nunca encontraron el momento adecuado para conseguir uno propio. Ahora que la ciudad había prosperado y era una comunidad en auge, los esposos decidieron que era el momento perfecto.