Llega un punto en el que no sabes qué hacer, simplemente no puedes más. Estás harta de pasar todos los días luchando contra ti misma, estás agotada y sólo quisieras irte a dormir por unos días y que al menos, esa sensación de no saber qué hacer y de tortura constante, hubiera desaparecido un poco. Pero no, eso no es posible. Tú eres la única capaz de conseguir que eso no pase, que un día dejes de sentirte así. Es muy complicado, pero no te puedes rendir porque nadie va a luchar por ti, sólo tú puedes hacer algo para cambiar lo que te ocurre. Así es, escúchate bien, cuídate, debes aprender a hacerlo. Pero por dónde empezar no lo sé.
A veces se nos olvida como respirar, tenemos que volver a aprender. Puede que simplemente hace ya demasiado tiempo me estoy ahogando, consigo salir a la superficie un momento, pero una masa de agua vuelve a caer encima de mí. Hay que beberse esa agua, todo aquello que nos ocurre, nos hunde, nos hace que la mochila que llevamos en la espalda nos haga ahogarnos más. Pero para un momento, es el miedo, es tu mente, es la vida que es muy injusta, que no nacemos aprendidas y hay que aprender y reaprender constantemente. Tenemos que volver a la superficie y nadar, relajarse, pero todo esto no llega solo; hay que deshacerse de todo aquello que no nos deja salir de nuestra burbuja y hacerse cada día un poco más fuerte y sobre todo no rendirse porque me lo merezco, te lo mereces. Fíjate en los pequeños detalles, aquello que sí que ha salido bien porque si luchas por ti, con toda tu energía, esos detalles cada vez serán más y serán cosas más grandes. Lo que no debes hacer es perder la esperanza y sea lo que sea que tengas no es ninguna tontería, no te tires tú misma abajo porque, ¿sabes? Tú mayor enemiga eres tú y a quién más debes amar es a ti misma, debes dejar de ser tu enemiga, empezar a quererte más y cuidarte; y sí, lo difícil es hacerlo y todo esto es mucho más sencillo decirlo en palabras, pero llegará un día que si sigues luchando serás una persona renovada y dejarás de decir, estoy harta, no puedo más.
El cerebro es un músculo, igual que en una pierna, tendrás agujetas, de tanto luchar, porque estás luchando, igual que se aprende a nadar, montar en bicicleta, andar, correr, escribir, leer, pintar, lo que se te ocurra; también es posible aprender a desaprender y aprender a manejar a nuestros pensamientos, nuestra mente. Créetelo, tú puedes, de verdad.
Algunas veces no podrás más, descansa, recárgate, pero luego sigue adelante y no dudes en apoyarte en alguien si lo necesitas, desahógate, siempre habrá alguna persona dispuesta a ello, de verdad no dejes que tu mente te diga que estás sola, habla con alguien, siempre hay la manera, sólo debes encontrarla.
De: mí.
Para: mí y para ti.