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      LA SUAVE MELODÍA DEL PIANO, GOLPEABA LAS PAREDES DE LA CASA. Sin mucho que hacer en el día, Agnes Dunlop decidió desperdiciar un par de minutos al tocar la triste pero bella canción Gymnopédie.
              

      Las cosas con la iglesia de la noche cada vez empeoraban un poco más, obligándola a creer que jamás regresaría a ser un miembro ejemplar para toda su comunidad y eso la frustraba; toda su vida dedicada a los estudios de las artes oscuras se esfumaron a un par de segundos en el juicio. Lo que realmente buscaba la pelirroja era demostrar su inocencia ante lo que se le acusaba.

    — ¿Tan mal el día? — Lucy Dunlop, con una sonrisa en el rostro se dirigió a su hermana, acariciando delicadamente su cabello.

   — ¿Cómo se supone que esté bien mi día? — Habló entre dientes.

   — Agnes, no todo ésta en la academia. Podemos buscar muchas otras opciones ¿Mudarnos? Tal vez o algo por el estilo — Ambas suspiraron pesadamente con un par de segundos de diferencia.
      

Agnes prefirió retirarse del lugar antes de provocar una discusión, si bien la menor de los Dunlop era tan necia, era casi imposible sacarle las ideas de la cabeza.
      Lucy renegó al ver salir a su hermana de la sala, pero optó por simplemente dejarla, tratar de conversar con ella desde su excomunión parecía una misión imposible. Aún con su poco humor, la mayor no perdía las esperanzas de que su hermana dejara pasar las cosas y quisiera comenzar de cero en un nuevo lugar.

     El timbre sonó.

Lucy apresuró sus pasos a la puerta principal, recibiendo a uno de los directores de la academia de las artes oscuras.

    — Lamento la molestias ¿jovencita? — El señor lucía una gabardina elegante negra, con un sombrero. Lucy cayó en cuenta de que el hombre  la incitaba a pronunciar su nombre

    — ¿Lucy Dunlop? — Añadió con inseguridad.

      — ¡Oh! Señorita Dunlop, la iglesia a mandado una carta para su hermana — Metió la mano dentro del bolsillo de la elegante gabardina, sacando un sobre sellado con rojo — Una lástima que Agnes fuera excomulgada, una gran alumna y con un futuro muy prometedor.

                Lucy frunció el ceño ante el innecesario comentario.

    — Una lástima que las brujas no aprendan a diferenciar entre una persona culpable u otra que es inocente — Dijo con molestia.

                La chica cerró la puerta en cuanto sus manos sostuvieron la carta.


        — ¡Agnes! ¡Baja! ¡Ahora! — Exclamaba Lucy.

         Agnes no tardó mucho en bajar del segundo piso, en un par de segundos ambas se encontraban frente a frente.

     — Una carta — Lucy extendió su mano, mostrando la hoja en su mano.

   — ¿De?

   — Los directores de la academia — Aclaró — ¡Léela!

     Agnes dejó caer al piso de madera el sobre, sacando solamente la hoja de papel doblada dentro de éste.
                 Y, sorprendida, una sonrisa en su rostro se formó.

     — ¿Qué dice?

      — Existe una última oportunidad ¡Lucy! ¡Tengo una oportunidad! — Dijo emocionada.

      — bien ¿Qué tienes que hacer?

     — Buscar a Dominik.

Las expresiones de emoción cambiaron drásticamente en su hermana, negando rápidamente al escuchar las palabras pronunciadas de Agnes.













¡GRACIAS POR LEER!

ESPERO QUE LES GUSTE ÉSTE PRIMER CAPÍTULO.

° LA PRIMERA TEMPORADA TENDRÁ AL REDEDOR DE 15 A 18 CAPÍTULOS.

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⏰ Última actualización: Jul 22, 2020 ⏰

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𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐈𝐓𝐂𝐇   ||    𝐇𝐚𝐦𝐢𝐬𝐡 𝐃𝐮𝐤𝐞  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora