Es posible (Neji y tu)

Hermosa...cascada

Volví a mi habitación para preparar mi traje de baño, ya que no tenía contemplado eso, solo usare una "bermuda", decidí pensar mientras daban las 8, pense en tantas cosas, como soportar a mis compañeros de equipo y a mi sensei, el tipo de entrenamiento que deberia de llevar ahora y mis sentimientos por Himeko, bueno estoy confundido, quizá es un enorme aprecio por todo lo que ha hecho por mí y hace hasta hoy, por que me ayudo en momentos dificiles o ¿realmente me gusta?, pero que mas dá si ella quiere al Uchiha, bueno eso creo...

-¡VAMONOS!.- entró gritando sacandome de mis tormentosos pensamientos

-Hace rato no podías ni caminar y ahora tienes el doble de energía.- me pare y agarre mi mochila

-Encontre una medicina especial, pero anda anda, cerca de allí hay un lugar donde venden comida muy rica, ¿llevas todo lo necesario?.-

-Claro.-

Partimos y ella se veía más animada que nunca, se le notaba un brillo especial, ibamos por el camino y estaba muy oscuro, recorde que ella era muy miedosa.

-¿Por que tan animada?.-

-Es la primera vez que salimos.- eso hizo que me sonrojara y ella lo noto

-¿Por que la cara tan roja?.- me limite a hacer una mueca y voltearme

-No tendras miedo a esta hora tan oscuro verdad.-

-Emm no tengo por que estarlo.- en eso se escucho un ruido detrás de un árbol y ella gritó y me abrazo, me sorprendí, estaba tan cerca, es más hermosa cuando esta a solo unos cuantos centímetros de mí.

-L-lo siento, me asuste.-

-No te preocupes-

Seguimos caminando y charlando como por 3 horas y llegamos...

-¡ALTO!.-

-¿Por que gritas?.-

-Llegamos.- removió unas hojas que estorbaban el paso dejando ver una cascada enorme, delante de ella estaba un lugar con el agua tranquila como una alberca y alrededor había muchas flores de un tono morado muy inusual.

-Cuando me siento sola, o de manera diferente de lo habitual vengo aquí.-

-¿Es por eso que aveces no te encontraba por ningun lugar?.- dije sarcástico

-Señor mal humor relajate, tambien vengo para entrenar, ven pongamos mi casa de campaña.-

-¿No prefieres...que estemos los dos en una misma?.- se sorprendio que le dijera eso pero trato de ocultarlo

-Si que te relajaste señor mal humor.-

-Lo digo por que tengo que cuidarte recuerda.- pareciera que se desanimo al escuchar eso pero deben de ser pensamientos mios, después de ponerlas estabamos cansados y decidimos dormir.

-Bueno, trata de no roncar eh.-

-Creo que la que duerme feo aqui eres tu.-

-¿Por que lo dices?.-

-Cuando llegas a quedarte dormida en mi cuarto te mueves mucho y hablas dormida, tambien eres sonambula, te levantas y me dices cosas, te duermes y al dia siguiente no recuerdas nada.- me acomode mientras seguía hablando

-Quisiera dormir como tu sin moverte, bueno, buenas noches.- se acercó y me dio un beso en la mejilla

-¿Y ese beso?.-

-Fue espontáneo.- ambos estabamos muy rojos y muertos de pena

-Hasta mañana.- le dije y me acomode, la verdad no pude dormir, no se por que no logró aclarar esto que siento, y mas me confunde la niña con ese beso, bueno ya no es una niña pero yo siempre la vere como aquella pequeña que fue a verme ese día trágico...