epílogo

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al terminar de escribir las cartas, manuel se paró de la silla y caminó hacia la cama que compartía con su "novio", mateo.

todavía faltaba un rato para que el recien nombrado vuelva del supermercado. manuel tenía tiempo.

dejó las cartas sobre la cama, en orden, desde la primera hasta la décima.

sus lágrimas empezaron a caer. ¿estaba seguro de hacerlo? sí. no podía volver atras ahora. ya no existía alguna vuelta. había pasado por mucho, debía tomar un descanso.

pero tal vez ese descanso iba a ser para siempre.

abrió la puerta del placard y saco de un rincón, un poco escondido, la cuerda que había preparado.

la que había preparado muchas semanas antes.

tenía miedo, sus manos temblaban.

miró a su alrededor para llevarse un último recuerdo.

agarró su teléfono, le envió mensajes a su familia, a valentín y daniel. después de todo, a ellos quería agradecerles porque aunque haya llevado mucho tiempo, lo hicieron caer en la realidad.

los mensajes decían:

"te amo y te agradezco por todo.
espero que algún día puedas perdonarme por esto."

se dirigió hasta el patio trasero de su casa con la soga y un banquito.

ahí tenía el árbol perfecto.

se preparó. antes de pasar a estar mejor, más tranquilo y menos triste, dijo al aire, ya que él no se encontraba en el lugar:

"teo, tranquilo. ya no importa. ya está todo bien."

dio un pequeño salto, tirando así el banquito en el que estaba parado arrancandose él mismo lo poco de vida que le quedaba.

mateo llegó a la casa.

buscó por todos lados a manuel, pero no lo encontraba. empezó a preocuparse. él no era de salir, y menos sin avisarle.

luego de un rato se dio cuenta de las cartas que estaban en la cama.

a medida de que las leía se daba cuenta del daño que le hizo a su compañero.

comenzó a llorar y a romper cosas de su habitación.

cuando el conoció a manuel, no lo notó, pero había encontrado oro. esto pareció no importarle ya que lo trato como si fuera bronce.

terminó de leer las cartas y esa última frase quedó dando vueltas en su mente;

"tal vez solo tendría que haber abierto los ojos antes, amor. porque ahora es tarde."

agarrándose la cabeza, aún sin entenderlo. decidió salir al patio. sí, el patio en el que manuel se había quitado la vida hace no mucho tiempo.

al ver la escena se quedó paralizado. no podía moverse, no podía gritar.

corrió hacia el cuerpo colgado de la persona que más lo amó durante casi 3 años.

--- ¡manu! --- gritó. --- ¡MANUEL! --- trataba de sacarlo de ahí, pero era imposible.

buscó lo más rápido que pudo las tijeras de jardín que estaban con las macetas y cortó la cuerda.

--- no, no, no, manu, dale tenes que despertarte... manu dale porfa. --- decía entre sollozos teniendo en sus brazos el cuerpo de vainstein --- ¡MANU, PERDONAME! ¡VOLVÉ MANU! ¡VOLVÉ!

¿aún no se daba cuenta? él había terminado con manuel, lo había matado.

trataba de reanimarlo, pero no había nada que hacer.

manuel se había ido. lo había dejado.

al final de todo, la frase no es como todos la dicen.

"uno no sabe lo que tiene hasta que lo pierde", no. siempre supiste lo que tenías pero nunca pensaste que ibas a perderlo.

fín

me siento mal che :((

bueno, esto lo hice en un día, asi que perdón si está feito.

espero que les haya gustado aunque sea triste :')

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