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Joaquín y Emilio se conocían de hace años, realmente conocían todo de cada uno para ser una amistad de seis años.

Ambos se sentían seguros de su sexualidad, Emilio el heterosexual o bueno eso creía y Joaquín quien era gay. A ellos jamás les gustó la etiqueta, preferían que no preguntaran por ello.

Una tarde de Junio se encontraban ambos platicando de como les fue en este año escolar, mientras miraban el atardecer junto a un par de helados, aunque para ser el primer año en la preparatoria, les había ido bastante bien.

Pero el destino se encargaba de juntarlos, pese a que Joaquín se mudó a la CDMX a los 9 años, desde el primero momento en que se cruzaron en el salón de clase, supieron que serían amigos y los mejores. En la secundaria ambos estaban en el mismo salón al igual que en la prepa, se sentían tan afortunados de estar juntos que a ninguno le molestaba.

- Recuerdas cuando Alcántara le tiro el café a la maestra Blanca - recordó aquel momento en donde su compañera le tiró "accidentalmente" café a la maestra.

- Oh si, también cuando nos salteamos la clase de inglés y mandaron a llamar a nuestras mamás - dijo Emilio haciendo reír más a Joaquín.

- Cierto, ese día me castigaron con no salir durante lo que restaba del semestre - recordó Joaquín.

- Finalmente terminamos el primer año de prepa Joaco - dijo Emilio, mientras miraba al horizonte.

- Finalmente, aunque sabes que... Creo que Mariana seguirá molestándote - dijo Joaquín conteniendo su risa.

Mariana era una chica mayor por dos años de cabello corto y negro, su maquillaje realmente no le favorecía, molestaba a su amigo desde el día que piso la preparatoria, ha querido salir con el pero Emilio siempre ponía la escusa de las "tareas" para no salir, realmente la chica era linda pero cuando se proponía "conquistar" a un chico no era la mejor.

- ¿Tu crees? Yo opino que no, ya le dije mil veces que no - rió Emilio y Joaquín negó con la cabeza.

- Que bonita vista - comentó Joaquín al ver cómo el sol se escondía y este creaba un paisaje hermoso, con tonos anaranjados.

- Obvio, soy yo quien está a tu lado, soy una bonita vista - espetó Emilio con ego.

- Eres un egocéntrico de lo peor Emilio - quejó Joaquín al ver a su amigo en su nube.

- Admítelo Joaquín, todos mueren por mi - dijo y Joaquín no podía pensar en otra cosa.

Claro que sí idiota, yo muero por ti - pensó Joaquín mirando a su amigo, quién a un mantenía la vista en el atardecer.

El silencio invadió el lugar y el sonido de los autos pasar se hizo presente. Emilio había tenido curiosidad sobre un tema que le robaba el sueño.

Su supuesta Bisexualidad

Para todos les parece sorpresa pero para el no, había descubierto esa parte de el hace unos meses, cuando se dio cuenta que cierto niño de ojos cafés y mejillas rojas llamaba su atención. Su padre, el señor Juan había negado totalmente que eso fuera cierto, Emilio jamás le comento pero su padre ya sospechaba. Su madre estaba feliz, demostraba su apoyo a su hijo, aunque tampoco ella sabedora, Romina era quien sabía todo eso, no le sorprendia si veía a su hermano ver fotos de chicos y admirar su belleza.

Los lindos recuerdos junto a Joaquín se hicieron presente en su mente y rápidamente una sonrisa se esbozo en su rostro, pero el no se sentía seguro de su bisexualidad, necesitaba más allá de ver fotos de chicos para saber y para eso quería experimentar y no sabía cómo proponerle a Joaquín, su mejor amigo poder experimentar con el.

- ¿Y esa sonrisa? - las palabras de Joaquín hicieron que Emilio volviera a la realidad.

- Pienso - contestó Emilio y su sonrisa era sincera.

- Una chica ¿No es así? ¿La conozco? - dice Joaquín pero Emilio niega - ¿Entonces?

- Joaquín, no necesito pensar en una chica para sonreír, puede ser en mi perrita samay - excusa para que Joaco no siguiera con su interrogatorio.

- Ok, oye podemos ir a dentro es que ya me dio frío - rió Joaquín.

- Claro, no quiero que te me enfermes, mamá Eli me mata si eso pasa - comento Emilio y ambos tomaron el par de botes de helado que se habían acabado.

[...]

Nuevamente Emilio se encontraba pensando, ¿Cómo diablos podía sacarse a su amigo de la cabeza? No era normal que pensará en Joaquín, sabía que llamaba su atención pero no el no podía gustar de su mejor amigo. Aunque Emilio un par de veces bromeó con besar a su amigo, jamás lo hizo.

Tomo su celular y apesar de estar a unos metros de distancias llamó a Romina por teléfono.

- Wey, quiero que vengas a mi habitación ¡Ya! - dijo Emilio antes de cortar.

Un rato después Romina se asomó por la puerta de Emilio y está rió al ver a su hermano menor como vieja desesperada.

- ¿Que pasa wey? - pregunto Romina y se adentro a la habitación.

- Romina, nuevamente estoy dudando de mi sexualidad - confesó Emilio y Romi rodó los ojos.

- A ver, se supone que ya tenías todo claro y eres hetero ¿Cómo chingados es que estás dudando? - dice su hermana y realmente tenía razón.

- Wey es que tú sabes que nunca he besado a un chico y con que "me llamame la atención" de uno, no quiere decir que sea bi o ¿Si? - explica Emilio y Romina suspira.

- Emilio, por dios, sabes perfectamente que a ti también te gustan los chicos, pero para asegurarte de tu "bisexualidad" experimenta con un chico - recomendó Romina y Emilio se me había "prendió el foco"

- Tienes razón, le pediré ayuda a Joaquín - dice y su hermana rápidamente dice "No" - ¿Por qué wey?

- Idiota, una perderás su amistad, dos ¿Ya sabe que eres bi o dudas de tu sexualidad?, tres ¿Crees que quiera? - enumera cada detalle.

- Una, no perderé su amistad es obvio que no tenemos ese tipo de sentimientos o bueno no se, dos no aún no sabe pero pronto sabrá y tres yo digo que si, un buen faje con su mejor amigo no nos hará daño - dice Emilio y ambos tomaron la desición de hacer eso.

Joaquín sería quien aclarará las dudas de Emilio.

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⏰ Última actualización: Aug 05, 2020 ⏰

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𝓔𝔁𝓹𝓮𝓻𝓲𝓶𝓮𝓷𝓽𝓪𝓻  - 𝐸𝑚𝑖𝑙𝑖𝑎𝑐𝑜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora