~ Fotografía ~

Capítulo Único

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El anuncio del vuelo con destino a Yokohama se iluminó en la cartelera del hall del aeropuerto de Nueva York.

Un hombre alto de cabello pelirrojo se levantó de su asiento, tomo su equipaje y se dirigió a la plataforma de abordo en silencio. Detrás suyo caminaba su mánager, editor y mejor amigo Sakaguchi Ango.

Por primera vez, desde su inicio como escritor, sus libros adquirieron un interés global por lo que se fijó un calendario para firmas de autógrafos además de varias conferencias en Estados unidos.
Todo con un resultado más que éxitoso.

Luego de tres meses de trabajo finalmente regresaban a casa.
Tres meses que resultaron una completa eternidad para el hombre pelirrojo.
Tres meses en una tierra completamente desconocida para él.
Tres largos meses lejos de la personas que más amaba en su vida.

Amar puede dolor,
amar puede doler a veces
pero es lo único que conozco.
Y cuando se pone difícil,
sabes que puede ser difícil a veces
es lo único que nos hace sentir vivos.

- El directivo de la editorial anuncio una nueva re-impresión de tu libro, Odasaku-san - le anuncia, ya en el avión, su amigo sentado a su lado izquierdo mientras observaba su teléfono móvil.

El aludido desvío la mirada de la ventana solo para asentir con la cabeza. Debería mostrase agradecido y feliz, lo sabía, pero en ese momento un gran cansancio azotaba su cuerpo y mente por completo.
Cosa que no paso desapercibida por el joven de lentes sentado a su lado, quien le dedicó una suave y comprensiva sonrisa.

- También anunciaron que tendrás unos días de vacaciones. Dazai-kun se alegrará por eso - dijo con la intención de animarlo un poco.

- Ango... Dazai estaba molesto cuando me fui. No hemos hablado en todo este tiempo - confeso al cabo de unos minutos en silencio.

- Discutieron? Eso no es usual en ustedes - el joven de lentes pregunto con genuino asombro y preocupación.

- No, pero sé que durante nuestra última conversación habré dicho algo que lo hirió. A veces es difícil, Ango... - suspiro pesadamente antes de continuar hablando- . Fue difícil para mi estar lejos de él, no imagino como lo sobrellevó Dazai - dijo con la angustia presente en su grave voz y en sus pupilas azules.

- Odasaku-san ... - Era la primera vez que veía al escritor en tal modo. Su amigo estaba realmente afectado emocionalmente, pero aún así jamás emitió queja alguna y realizó su trabajo a la perfección. Sintió una auténtica admiración por él y también el deseo de consolarlo -. Dazai-kun es una personas muy inteligente y extravagante. A pesar de lo complicado que puede ser, tú sabes amarlo cómo él necesita y él te ama sinceramente. Una discusión o la distancia no los separara tan fácilmente, no después de las antes años.

- Es cierto. Puede que tengas razón, Ango.

- Dazai-kun debe estar esperándote - le aseguro con una sincera sonrisa.

- Gracias - le sonrió en respuesta sintiendo el corazón un poco más ligero.

Guardamos este amor en una fotografía,
construimos estos recuerdos para nosotros mismos,
en donde nuestros ojos nunca se cierran,
los corazones nunca se rompen,
y los momentos quedan quietos, congelados para siempre.

- Esa es la fotografía que siempre llevas contigo? - pregunto Ango al cabo de unas horas del que el avión había despegado.

Había caído dormido irremediablemente y al abrir los ojos se encontró con el pelirrojo contemplando una fotografía, aquella que guardaba dentro de uno de los libros de Natsume-sensei. Tesoros que siempre llevaba consigo a dónde fuera y que está vez lo unía a su hogar, aquello con lo que deseaba reencontrarse.