Lo único que querían hacer era pasar el tiempo juntos, saber sobre la presencia del otro y escuchar sus risas resonando por toda la habitación.
Ya sea por un chiste, una película, por lo que sea.
Hyunjin y Jeongin estaban pasando el rato cómo de costumbre, acostados en la misma cama, sin tener idea de que era lo que los unía.
Estaban enamorados, y lo sabían.
Si, ya sintieron sus labios juntos miles de veces.
Pero lo que menos querían era lastimarse y arruinar su relación de "amistad". Aunque ambos querían iniciar ese tan esperado paso cómo pareja, dejaban las cosas tal cuál cómo estaban.
Hyunjin lo amaba, muchísimo para decir verdad. No dudaba en saber que estaba más que enamorado del pelinegro.
¿Y Jeongin? No podía sacarse de la cabeza a Hyunjin, era una de las pocas veces que sintió algo por una persona y jamás se había enamorado tanto de alguien en su vida.
No se iban a molestar si obtenían una beso del contrario, una caricia, lo que sea.
Eran libres, pero no sabían que responder ante uno cuándo preguntaban; "¿Ustedes que son?"
Ambos querían olvidarse de eso, y Hyunjin solamente quería seguir escuchando al menor reir sin parar después de tanto tiempo.
Siempre se acostumbró a verlo apagado, sin su sonrisa en sus labios y con una expresión cansada. Escuchar sus inseguridades y en otros momentos, ser el que seca sus lágrimas.
Ahora saber que la razón por la cuál reía era el, hacía que su pecho saltara de la emoción y de la ternura, sin dudas Jeongin era un ángel, el mismo ángel que lo hacía felíz a el.
─¿Puedes sonreír de esa misma manera para una foto? ─preguntó apoyando el peso de su cuerpo en su codo, el de brackets negó con la cabeza, carcajeando sin la intensidad de antes mientras cubría su boca. ─
─No.
─Vamos, ¿Porque no quieres hacerlo? ─dijo golpeando levemente la cama, haciendo un leve puchero con sus labios. ─
—Hyung~ Sabes que no me gusta cómo me veo... No insistas.
Comenzaba a avergonzarse, pero aún así si la mirada del pelinegro seguía centrada de esa manera tan dulce en el, no podía dejar de sonreír cómo un idiota.
─¿Acaso no escuchas cuándo te digo que eres una persona hermosa para los ojos de todas las personas que imagines? ─se acercó más, las mejillas de Jeongin se tiñeron de rosado. ─ Hasta creo que sacas brillo de mis ojos cuándo te veo.
─Claro que te escucho, siempre. ─puso sus manitos en el pecho del contrario, alejándolo. ─ Pero una cosa es que lo digas, luego verme en un espejo no me ayuda mucho.
─Jeonginnie, no seas negativo. ¡Mirame la cara a mi! ¡Yo soy feo! Tú no lo eres. ─protestó ante las quejas del pequeño, hablando con sinceridad, con el objetivo claro de hacerlo sentir mejor. ─
─Hyunjin realmente creo que jamás tuviste un espejo en tu vida. ─dijo algo obvio, para el, Hyunjin parecía un muñeco de Mattel por lo perfecto que podía verse para cualquiera. ─
─Jeongin~ ─dijo en forma de regaño, arrastrando una mano hacía su rostro, viendo cómo el otro frotaba su mejilla contra su mano. ─
─¿Qué sucede, Jinnie? ¿Te enfadaste?
─Sabes... ─acomodó su postura, con la mitad de su cuerpo sobre el. Pudo ver su rostro con claridad y hablar a la vez que lo veía a los ojos. ─Eres hermoso.
Besó sus labios rápidamente.
─Precioso.
Volvió a hacerlo una vez más, sintiendo la suavidad de ellos.
Jeongin comenzaba a sonreir nuevamente.
─Muy tierno.
Sus labios viajaron a sus mejillas, sentía que estaba besando a un bebé.
─Bellísimo.
Besó sus hoyuelos, marcados gracias a sus leves risitas.
─Encantador.
No dudó en besar sus pestañas.
─Bonito.
Besó parte de la comisura de sus labios.
─Mi pequeño.
Tomó su mano y si, también la besó.
─Mi tesorito.
Sus pómulos.
─La persona más linda...
Besó su mandíbula.
─Que he visto...
Su barbilla.
─En toda.
Corrió el pelo de su cara para poder besar su frente.
─Mi maldita...
Besó la punta de su nariz y volvió a sus labios, dónde se quedó viéndolos a la vez que pasaba su pulgar sobre ellos.
Jeongin sonrió sin mostrar sus dientes, contagiándole la sonrisa a Hyunjin.
─Vida.
Y lo besó, sin apuros y transmitiéndole un millón de sensaciones hermosas gracias a la lentitud que usó para ese momento.
Hyunjin no evitó reir. ─Eres mi bebé. ─murmuró entre sus labios antes de separarse y ver cómo los ojitos del contario se llenaron de lágrimas. ─ ¡No~! ¡No pienses en llorar! ─dijo secándolas con sus dedos. ─ Ahora dime, ¿Quien es el chico más lindo del mundo?
─Tú. ─dijo un Jeongin sonriente, con el pecho latiendo con rapidéz gracias a la cercanía que ambos adoptaron. ─
─¡Jeongin! ─exclamó riendo. ─
─¿Yo?
─Claro que eres tú, y quiero que sepas, que tus inseguridades no tienen sentido. Ni si quiera tienes un argumento para justificarlas, jaque mate. ─sonrió victorioso, tratando de ponerle humor a la situación. ─
─¿Eso crees tú?
─Claro. ─Jeongin lo miró mal, pensando que estaba mintiéndole. ─ No, no estoy loco por pensar eso, y si crees que lo estoy, en todo caso estoy loco por ti. ─tocó la punta de su nariz. ─ Y bendito sea ese chico que ames en un futuro.
─Bendito seas tú entonces.
─Oh ¿Me amas? ─dijo sonriente. ─
─No te das una idea de cuánto, Hyunjin. ─dijo tomando sus mejillas. ─ Tampoco te das una idea de cuánto quiero besarte.
─No sé que estás esperando entonces.
Justo cuándo Jeongin estaba a centimetros de volver a besarlo por milésima vez en el día, Hyunjin se alejó, provocando que el menor se queje.
─Pero antes, prometeme que vas a tratar de quererte, tanto cómo te quiero yo a ti.
─Lo prometo.
─Hablo en serio.
─¡Aish! ¡Lo prometo, Hwang Hyunjin!
─Ven.
En ese momento la distancia ya no existió más porque ambos juntaron sus labios, sin apresurar las cosas, tomándose el tiempo de disfrutarse del uno al otro cómo tanto querían.
Cómo tanto se querían.
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不安 | INSEGURIDADES° HYUNIN
Fanfiction¿Alguna vez necesitaron a una persona para poder deshacerse de sus propias inseguridades? Jeongin contaba con la suerte de cruzarse con una persona hermosa convertida en su pareja que siempre gastaría minuto a minuto para hacerle cambiar de parecer...