CAPÍTULO 2

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Hola Nam:

No sé cómo decirte cómo me siento porque ni yo misma lo sé.
Te voy a contar lo que pasó:
Mi mejor amiga iba a venderme un móvil, le pagué 10€ por adelantado y se lo iba dando poco a poco. Como no tenía mucho dinero me dispuse a trabajar para poder pagarlo, pero ella quería que pasase tiempo con ella y que le diera el dinero. Le dije que no podía y que a mí madre no le parecía bien el precio por el cual me lo intentaba vender. Ella pidió que le devolviera el móvil y lo hice al día siguiente. Pero en aquel entonces no sabía que era una trampa para humillarme en público. Llamo a todos sus amigos para ponerme de mala persona en público delante de su novio que según ella le estaba tirando millos. Su mejor amiga llegó con una escolta de seis personas y comenzó a gritar lo mala persona que era echándome en cara los errores del pasado. Y yo sólo sonreía como una psicópata, de vez en cuando se me escapaba una risita, pero no dije ni palabra, ni una sola de las millones que tenía en mis pensamientos. Después de decirme eso me di cuenta quién era la mala en la historia. Ella.
Mi madre me llamo para saber dónde estaba y luego me peleó. Yo sólo reí y le dije que iba a coger el colectivo en 40 minutos tiré el móvil en la mesa, la miré y me reí por lo bajo. Le dije que tenía que irá coger aire, cogí mis cosas y me fui de ahí. Me senté en la estación de buses a esperar mi hora de ida, donde por primera vez en años me volvieron a salir lágrimas pero mi cara mostraba completa felicidad. No pude dejar de sonreír y llorar. Sé que la veré una vez más para que me devuelva mis cosas porque esa persona egoísta no me devolverá el dinero que le di por el móvil.
Luego llegué a mi casa y mi madre ya se imaginaba lo sucedido. Me derrumbé en sus brazos y lloré.

¿Cómo te sentirías tu, Nam?

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⏰ Última actualización: Jul 14, 2020 ⏰

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El diario de una suicidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora