Kim SeokJin es el líder de un grupo de guerreros inmortales que por décadas defendieron la tierra y salvaron vidas.
Pero después de varios años cuando están en medio de una venganza, todos tienen un sueño en dónde les muestra a su reciente compañe...
Llegamos después de matar a los guardias que estaban custodiando el lugar.
Pero al ver muchas luces apuntando hacia nuestra dirección, me di cuenta que era una trampa.
—Puta madre— maldecí antes que millones de balas nos atravesaran el cuerpo.
Eh estado aquí una vez, una y otra y otra vez; y cada vez surge la misma pregunta ¿está será la última? y siempre la misma respuesta. Estoy muy cansado de eso.
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Oɴᴇ; Reencuentro
By; SeokJin
Estaba caminando por la calle con mi mochila negra colgando de mi hombro, una gorra del mismo color sobre mi cabeza, pantalones ajustados de jean, una remera lisa blanca y una chaqueta de cuero negro. Me estaba por encontrar con mi equipo, las únicas personas que tengo en mi interminable vida.
Un ruido de un motor a mis espaldas me puso alerta, venía muy rápido. En cuestión de segundos lo sentí más cerca y freno en frente mío; Un chico con chaqueta de jean, pantalones iguales, cabello castaño y mirada sería manejaba la moto.
—¿Estás bien?— bajo de la moto y se acercó a mi
—Si— respondí
—¿Viajaste?— dejo la moto en la calle y camino junto a mí
—Asi es— saque un libro de mi mochila y se lo entregue —Y te traje un regalo—
—¿Que es esto?— lo tomo y leyó la portada —La primera edición de Don Quijote— Sonrió
Asentí
—No debió ser barata
—No lo fue— dije sonriendo —¿Porque estoy aquí Hoseok?— cambie mi expresión a una más seria.
—¿Recuerdas Surabaya hace ocho años?—
—La CIA.
—El que nos contrató, Kim Namjoon, se comunicó. Trabaja por su cuenta.— suspiro —Tiene una situación con rehenes en Sudán del Sur.—
—No, Hoseok. No repetimos. Lo sabes— negué varias veces —Es arriesgado—
—Jin— cambio su semblante a uno compasivo
Suspiré —¿Jimin y Yoongi?—
—En el hotel— negué y seguimos caminando hasta llegar a la recepción de dónde se encontraba el resto del equipo.
—Bienvenido a El Fenn, señor— atendieron a mi compañero. Me acerque a la tele del lugar, ví en las noticias que habían veinte niños muertos y cien heridos en Siria. También las protestas en Haití por las muertes en su país. El mundo se está llendo a la mierda y eso me pone mal, se supone que debemos defenderlo, hacer la diferencia.
