Ahora con la aldea en pleno proceso de reconstrucción tras la ardua batalla en contra de Pain, aquel misterioso integrante de Akatsuki que tuvo el poder más que suficiente para reducir el sector a escombros en cuestión de segundos, no solo estaba ocupada hasta el cuello aportando en ello, sino que también estaba haciendo uso de sus conocimientos médicos para auxiliar a quienes sufrieron algún tipo de lesión durante aquellos fatídicos instantes.
Un tarde y bien entrada la mañana luego de haber echado un mano por la aldea se hizo a un lado junto a sus dos compañeros de equipo, tomando un ligero descanso resguardándose en la cima de los rostros de piedra de los Hokages, monumentos que fueron lo único que quedó intacto tras el atentado que Konoha sufrió.
Durante ese tiempo se estableció una estancia de diálogo y alguna que otra vez oyó a ambos muchachos mofarse del otro, la boca de Sai tenía el don de la ironía, lo cual conseguía cabrear a Naruto de forma inmediata, no obstante, Haruno solo se limitó a oírlos, que un ambiente tan despreocupado como ese se desarrollase era aliviante en cierto punto, era de ayuda para sobrellevar las complicaciones que ahora debían ser afrontadas, incluso era capaz de pasar por alto los comentarios que Sai formulaba hacia su persona, no le importó y en cuanto su pálido compañero tomó la decisión de dejar su sitio para dejarles atrás, con una tenue sonrisa se dirigió hacia Uzumaki.–No era necesario que le contestaras de esa forma, ¿qué hubieras hecho si se ofendía?
Despreocupado, Naruto se encogió de hombros. –No creo que lo hubiera hecho, no importa lo que le diga, esa sonrisita nunca se le borra de la cara.
–Independiente de eso, sus comentarios parecieron ofenderte más a ti que a mi.
–Sakura-chan, se mofó del tamaño de tu frente, desde siempre te ha molestado recibir comentarios sobre eso.
–Lo sé, pero es Sai, ya sabes cómo se comporta. –Insistió Haruno, observando a su rubio compañero sentado a su lado, quien no parecía querer dejar de arrugar su entrecejo. –Siendo honesta, no me ha molestado en la absoluto.
–De verdad que a veces no puedo entenderte, si alguien se atrevía a hacer un comentario bueno o malo al respecto era seguro que te molestarías.
–¿Qué clase de halago se puede hacer en base a una frente considerada como grande?, dudo de que se escuche bien. –Agregó Sakura, soltando una corta risita.
–Aún así, creo que no habrías pensado lo mismo si hubieran venido de Sasuke. –Bromeó Naruto, haciendo una repentina mención de su aún ausente compañero de equipo. –Te habrías puesto contenta al instante, eso seguro.
–Sé como tendía a comportarme con él en esa época, eramos demasiado infantiles. De todos modos, no me imagino a Sasuke-kun haciendo algún tipo de comentario positivo al respecto y aunque lo hiciera, no creo que reaccionaría de la forma en que dices.
–Claro que sí, recuerda nuestro primer día como equipo, "Sakura, tu frente es tan amplia y encantadora que me dan ganas de darle un beso". –Dijo Uzumaki haciendo un intento por imitar la forma de hablar de Uchiha, riendo una vez formuló aquella frase. –Te quedaste muda e incluso te sonrojaste.
En cuanto tales palabras salieron por la garganta de Naruto, aquella divertida y deslumbrante sonrisa abandonó el rostro de Sakura, sumiéndola en un estado de perplejidad. Uzumaki, quien hace unos segundos estaba riendo casi a carcajadas, se detuvo al avistar el rotundo cambio en la expresión de la kunoichi a su lado.
–Eh, ¿Sakura-chan? ¿Qué tienes? –Preguntó el joven y rubio shinobi, pero pese a sus intentos no obtuvo respuesta, Sakura ni siquiera estaba mirándolo, cabizbaja parecía tener su mirada perdida en la nada, absorta en sus pensamientos. –Sakura-chan.
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Beso en la frente
RomanceSi no fuera por las equivocaciones de Naruto quizás jamás se habría enterado de tal verdad que permaneció oculta durante tanto tiempo, sin embargo, Haruno no podía evitar darle vueltas al asunto, estaba molesta... e incluso avergonzada.