Angele Ares-89

 "Muy lejos a nuestros días si no te gustaba algo de ti tenías que aceptarlo, después podías intervenirte en cirugías carísimas en las que se criticaban por vanidad. Pero ya no más vanidad, con las recientes modificaciones genéticas puedes alcanzar tu propia perfección, sin ningún límite. La ciencia ahora es cada día más valorada y respetada porque logró lo que por lo que siglos se buscaba, la perfecta figura de un ser humano, y aún que el concepto de perfección fue cambiado según la época y las personas, ahora con solo cumplir los 18 años podrás adquirir lo que siempre has querido tener. Estamos todos expectantes de la nueva modificación genética que saldrá el siguiente año, y será probada por mi hijo en su cumpleaños número 18, que con sus ideas revolucionarias todos esperamos su nuevo cambio en la políti..."

Con un solo ademán de mano apagó el ya conocido discurso de la presidenta, algo que ya la tenía hasta la coronilla. Su increíble hijo esto, su increíble hijo el otro, parece que no sabe lo que planea para toda la humanidad, solo quiere más. Por su hijo estoy encerrada en este laboratorio desde hace años.  Pensaba mientras volvía a poner en sus tubos de ensayo por millonésima vez los nanobots que se supondría que serían la revolución del siglo entero, que va, de toda la existencia humana. Pero por alguna razón en su programación algo terminaba haciendo que el proceso de los tejidos al modificarse... se atrofiará en alguna etapa, ni siquiera en un patrón en particular. Pasaba meses investigando y programando la codificación que tendrían que ajustar en el ADN, al momento de integrarlo a los nanobots era igualmente un trabajo laborioso, porque necesitaba programar casi miles de nanochips para eso y cuando finalmente lo tenía, cuando los tejidos empezaban a tener un resultado favorable, unas células empezaban a morir más pronto o dejar de reproducirse y el experimento se volvía a venir abajo.

-Ya estas quejándote de nuevo –llega su compañero de trabajo dejando cuidadosamente las cajas con el material que necesitaban para seguir trabajando- deberías dejar de ver las redes sociales por un tiempo, sabes que ese discurso va a estar rondando hasta que cada uno de nosotros nos lo sepamos de memoria.

-Me dejare de quejar cuando nos den suficiente dinero como para poder tener androides de asistencia y no tener que ir por las cosas nosotros mismos –replicó en voz baja.

Él niega con la cabeza y acomoda el resto de cosas- Somos su mejor secreto, incluso el dinero que nos depositan esta exactamente contado para no levantar sospechas de los hackers. ¿Sabes? me da tristeza saber que nuestro proyecto terminará teniendo fines tan destructivos... Cuando podría ser algo mejor que eso.

-Sí ya lo sé y no estoy de humor para que me lo repitas. No eres el único molesto con eso, pero estamos entre la espada y la pared. Arghhh, siento que mis nanobots internos se descompondrán y me voy a enfermar de lo que sea que haya en el aire. Que es lo que menos necesito.

-Vamos, tu sistema inmunológico ya es tan fuerte que ni siquiera los necesitas, difícilmente vas a pescar lo que sea que haya en el aire. Al menos que sea algo completamente nuevo –la voltea a ver esperando una mirada de desaprobación de su parte-, pero... recibimos las más recientes actualizaciones por ser investigadores.

Deja los tubos de ensayo por un momento y se recarga en la mesa- De verdad ya no se me ocurre que más probar Ben, hace 2 años que he estado apostando a que programar una y otra vez los nanobots me harán llegar a algún lado, después de darme por vencida en las otras opciones y lo único que he obtenido son más y más ¡datos inútiles! –con irritación prende su pantalla, con todavía más desesperación desliza hacia abajo mostrando los miles de ensayos que ha hecho- Es que ¡nada! ¡Absolutamente nada!

Ben se acerca sigilosamente y le da un abrazo- Tranquila... estresarte si hará que tus nanobots se descompongan –comenta esperando una reacción positiva de su parte, ella suelta una ligera risa y él se da por satisfecho.