chung-hee, un chico de 20 años que vivía con su novio, yongmin, su novio, de 24 años, por un problema yongmin debe volver a Italia con su madre. Después de 3 años vuelven a reencontrarse, deberán solucionar el problema que los hizo separarse, yongmi...
la suave pero helada brisa que corría cada cierto tiempo abrazaba su pequeña y débil anatomía, para ser mayor era bastante bajo comparado al resto, siempre había maldecido ser así hasta que termino por aceptarlo, frotaba sus brazos en busca de calor, salir a esa hora no había sido una gran idea de su parte, pero después de buscar y buscar en su cocina, no había encontrado nada para preparar alguna comida decente
Se la había pasado gran parte del día acostado en su cama llorando, una parte de el esperaba que yongmin volviera y le dijera que todo era solo una broma, pero nunca volvió. Se dio por vencido y se fue a lavar la cara para salir a comprar, realmente no había nada en su apartamento ya que se la pasaba saliendo, por lo cual apenas pasaba tiempo ahí
Llevaba 5 minutos caminando en dirección a la tienda que afortunadamente quedaba cerca de su apartamento, el único inconveniente eran las bajas temperaturas del invierno en corea, por mucho tiempo que llevase viviendo ahí aun no se acostumbraba al frío, aunque su ropa no ayudaba mucho tampoco, llevaba un pantalón negro junto con una camisa blanca y un suéter para nada abrigador, por eso mismo es que el frió traspasaba su ropa fácilmente haciendo que chung-hee tuviera constantes escalofríos y dejaba que el frió tenga contacto directo con su piel, la cual se erizaba al sentirlo, definitivamente tuvo que buscar un abrigo pero tampoco quería demorarse, solo iría a la tienda y volvería nada más
Al llegar a la tienda tomo un cesto y fue por lo que el creía que seria necesario para comer ahora y preparar algo mañana, se encontraba algo despistado por lo cual varias veces choco accidentalmente con algunas personas, tenia la cabeza en quien sabe en donde, mas bien en quien, era algo obvio pero al salir se propuso no pensar en el mientras compraba, debía hacerse la idea de que ya no despertaría en sus brazos, y tampoco recibiría los mensajes de buenos días, básicamente debía acostumbrarse a no tenerlo, y eso ya lo estaba matando por dentro
Después de unos minutos ya tenia la cesta llena, se dirigió a la caja con una lentitud digna de caracol, nada lo apuraba, nadie lo esperaba, no tenia por que darse prisa así que no le importaba demorarse un poco mas, la calefacción del lugar tampoco lo animaba a irse, era bastante agradable estar ahí
- serian 28.000 wones señor - la cajera termino de poner las cosas y lo miro brindándole una linda sonrisa como había estado haciendo con todos los demás clientes, chung-hee se quedo mirándola unos segundos sin reaccionar, por suerte no había fila ya que de lo contrario le habrían reclamado por demorarse, quizá era algo sensible de su parte pero realmente amaba ver sonreír a las personas, y lo único que había visto hoy era su reflejo lleno de lagrimas
- oh.. claro claro, perdón.. tenga - saco su billetera torpemente haciendo que la joven cajera no pudiera retener una pequeña risita, el chico se sonrojo un poco avergonzado por su descuido, le dio el dinero
la cajera guardo el dinero y le dio el cambio - que tenga una linda tarde, vuelva pronto - hablo sin dejar de sonreír de forma tierna
- si, gracias, hasta luego - sonrío de forma débil y tomo las bolsas para seguido salir de la tienda en dirección a su apartamento, apenas salio la helada brisa se hizo presente devolviéndolo a la realidad, hizo una pequeña mueca y camino con rapidez para poder cocinar y volver a su cómoda cama
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