El amor nunca es ideal

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Advertencia: post-guerra, ligeramente What If?, un poco de spoiler, tal vez, y como claramente no soy Isayama, contiene OoC, pero me esfuerzo por apegarme lo más que pueda a los personajes.


La guerra fue ganada.

Había pasado cuatro meses desde que la batalla contra los jeageristas había terminado, dejando consigo bajas considerables entre lo que quedaba de la Legión de Reconocimiento. No obstante, lo mismo ocurrió con el bando enemigo, quedando un grupo reducido, y entre las filas de muertos Eren Jeager incluido.

En el momento que me enteré de la muerte de quien antes había considerado mi rival, aquel bastardo suicida, involuntariamente me embargó una sensación gratificante de que una piedra del camino había sido removida. Una emoción que casi pasaba desapercibida, y que no sabía era capaz de sentir.

Pero hasta el día de hoy no sé qué es peor, si su presencia o su recuerdo.

Me gustaba Mikasa Ackerman, me gustaba mucho. Me gusta. Es lo que siempre había querido para mi vida.

Lo que quiero.

Mi primer amor; el amor de mi juventud.

La chica de mis sueños.

Infortunadamente, en nuestro periodo siendo compañeros en la tropa 104 y como miembros del escuadrón del capitán Levi, ella había mostrado nulo interés.

Sabía que la razón principal era su obsesión/preocupación y cuidado para con Eren.

Por lo que ahora que se había ido para siempre, no podía desaprovechar la oportunidad, sería un reverendo imbécil si en mis privilegiadas circunstancias lo hiciera.

Tenía un plan de conquista para hacerlo.

Uno que consistía en ser su compañía, su hombro para llorar, su caja de penas y esperanzas. No había otra persona en el planeta que mereciera ese papel más que yo, quien siempre me mostraba dispuesto para lo que ella quisiera, con estas acciones ¿cómo no iba a enamorarse perdidamente de mí? De nuestro peculiar grupo de amigos solamente quedábamos ella y yo. Y Armin, y Connie, pero bueno, son Armin y Connie. Armin se largó a recorrer el mundo abandonándola sin consideración.

Tiempo y espacio es lo que ella necesitaba, y era lo que le había estado dando en estos tres meses, pues no la forzaba ni le hablaba más de lo estrictamente necesario.

—Hemos terminado Comandante Krischtein, puede retirarse.

—A partir de hoy no seré más comandante, señor Shadis.

Aclaré levantándome de mi lugar y estirando una mano hacia él. Él hizo lo mismo y las estrechamos como despedida.

—Lo entiendo.

Me miró con pena dibujando una media sonrisa, no entendía la razón del sentimiento, al ya no haber titanes que amenazaran a la humanidad, no era necesaria una Legión que se especializara en la lucha contra ellos.

Por ende, mi estatus provisional de igual modo había terminado. Ya no era necesario aquí.

Salí del Cuartel con entusiasmo y sintiéndome realizado.

Altos mandos no resistieron el brutal ataque orquestado por Jaeger, incluyendo a Darius Zackly, Dot Pixis, Nile Dawk, y Hange Zoe. Me sentía horrible cada vez que recordaba a la fallecida comandante.

Durante los últimos cuatro años me convertí en la mano derecha de Hange Zoe, por lo que su recuerdo pesaba aún más en mi memoria, al ser yo el ocupante de este importante cargo, se me consideró elegible para el papel de Comandante Provisional.

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