Importancia.

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Su novia acababa de terminar con él, hace unas semanas.
Era normal, gritar, llorar e incluso golpear la almohada para una pérdida de dos años de relación. Claro que era normal. Pero para Jisung, le daba igual. A él le daba igual perder tantos recuerdos bonitos, junto a la persona que le prometió amor eterno, y que con unas simples palabras, rompió aquella promesa.

Una gota de lágrima cayó por su mejilla, recorriendo la misma hasta caer sobre su buzo gris, mojando este un poco. ¿Realmente no le importaba? ¿No le importaba esas risas en las tardes? ¿En esas salidas a escondidas de  su hermano mayor? Esos besos que compartían calidez, y esos abrazos que derrochaba protección. El sentimiento de ser amado, y de amar. ¿No le importaba todo eso?

Han dejó de mirar la ventana de su cuarto. Estaba observando cuidadosamente como caían las gotas de la llovizna en la tarde, se relajaba con aquél pasatiempo. Cierra su puño, y seca la lágrima que cayó sin advertencia de su mejilla, y suspira, apagando el reproductor de música, sacándose los auricular de sus oídos, decidido a levantarse de su cama. Sus brazos, y piernas se estiran tranquilamente, mientras toma una gran bocanada de aire, para después exhalar con cuidado.

Llevaba dos días sin dormir. Dos malditos días, y lo más jodido de todo, es que no podía dejar de tomar sus cafés. Y ahora él, iría a prepararse uno. No era que se sentía triste por su rotura con su novia o recientemente su ex. Mas bien, se trataba desde hace años que él decidió vivir así. Tenía más cafeína que sangre, y sus ojeras lo decían todo.

— Jodida mierda — Soltó en un suspiro desganado, caminando a la puerta de su habitación.

La abrió, y cerró cuando salió del cuarto. Su hermano hoy no estaría, seguramente se encontraría jugando con fuego, como siempre lo hacía. Era jodido estar en una casa sólo con tu hermano, mas si se trataba que aquél casi nunca estaba en su maldita casa, abandonando a su hermano menor, y a veces, encerrarlo para que no saliera a ninguna parte. Han iba a cumplir 18 años, y aún así tenía que vivir con aquél desastre sólo por la custodia, y la enfermedad que lleva su hermano.

El joven baja de las escaleras, con una mirada aburrida, sostenido de la banderilla. Cuando baja, toma su chaqueta, y se lo coloca. Hoy no sería esos días aburrido de estar en casa por el tonto de su Hyung. Hoy Han iba a demostrarle al mundo ir le importaba una mierda todo, y que él podía ser feliz cuando quería.

Tomó aquél bate de béisbol, y rompió la ventana de la parte trasera, que llevaba al patio. Cuando pisó los vidrios, sonríe al escuchar los vidrios crujir debajo de sus zapatos negros. Dió otro golpe, y arranca unos trozos grandes de vidrio de la ventana. Suelta el bate, y pasa por la ventana rota, huyendo de la casa, comenzando a correr, mientras reía orgulloso.

Sin embargo su hyung lo asesinaría.

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⏰ Última actualización: Jul 13, 2020 ⏰

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